Muere de cirrosis a los 45 a?os Nicu Ceausescu, hijo del dictador rumano
Nicu Ceausescu, hijo del matrimonio formado por los dictadores de Rumania Nicolae Ceausescu y Elena Petrescu, falleci¨® ayer en el hospital Central de Viena a: los 45 a?os de edad y a consecuencia de una hemorragia interna provocada por la rotura de varices en el es¨®fago. Se cancela -as¨ª una vida parad¨®jica que parece directamente extra¨ªda de alg¨²n drama isabelino o de alg¨²n mito saturnino.En los ¨²ltimos a?os de dictadura comunista en Rumania, la persona m¨¢s odiada en todo el pa¨ªs, despu¨¦s de Nicolae y Elena Ceausescu, era Nicu, llamado a suceder a sus padres el d¨ªa en que los dos faltasen: a mediados de los a?os ochenta, Nicolae hizo nombrar a Nicu l¨ªder de las Juventudes Comunistas, que al otro lado del tel¨®n de acero era un trampol¨ªn excelente para acceder al cargo de secretario general del partido. Luego lo ascendieron a secretario local del partido y jefe absoluto de la segunda ciudad del pa¨ªs, Sibiu.
Chistes, an¨¦cdotas sobre su alcoholismo y leyendas sangrientas se susurraban de boca en boca. Entre las an¨¦cdotas m¨¢s bufas y populares, una, probablemente ap¨®crifa, cuenta que Nicu, que ten¨ªa el hobby de la caza mayor en el ?frica negra, se present¨® una noche lleno hasta las cejas de Johnny Walker etiqueta negra en el zoo de Bucarest, armado con su escopeta y dispuesto a cazar a los leones... que hab¨ªan ya fallecido de inanici¨®n meses atr¨¢s. Corr¨ªan historias tambi¨¦n sobre s y supuesto priapismo, sobre la violaci¨®n y el defenestramiento de una joven que se habr¨ªa negado a concederle sus favores, sobre sus cuantiosas propiedades y los palacios de las mil y una noches en que supuestamente viv¨ªa.
Lo cierto es que si en los agitados d¨ªas de la revoluci¨®n democr¨¢tica todos especulaban con un fin de Nicu id¨¦ntico al que sufrieron sus padres (fusilados tras juicio sumar¨ªsimo), cuando compareci¨® en juicio para dar cuenta de tantas atrocidades s¨®lo se le pudo acusar de dos cr¨ªmenes concretos: porte indebido de armas y genocidio, por la violenta reacci¨®n de la polic¨ªa de Sibiu a las manifestaciones democr¨¢ticas. Nicu, f¨ªsicamente muy distinto al orondo playboy de c¨ªnica sonrisa que esperaban los rumanos, apareci¨® envejecido y demacrado,. ya enfermo de hepatitis cr¨®nica y cirrosis, y se defendi¨® alegando que cuando dio la orden de cargar estaba borracho, y cuando se seren¨® la cancel¨® de inmediato.
En su descargo, se supo que varias veces tom¨® medidas para paliar el hambre y las privaciones en la ciudad que dirig¨ªa Ia acusaci¨®n rebaj¨® su petici¨®n de pena de 20 a 16 a?os y finalmente fue condenado a seis, de los cuales s¨®lo, cumpli¨® tres en la c¨¢rcel, en consideraci¨®n a su p¨¦sima salud.
En algunas entrevistas a la prensa, Nicu revel¨® que durante los ¨²ltimos a?os de la dictadura hab¨ªa intentado varias veces y siempre en vano convencer a su madre -a la que culpaba de los desastres de la naci¨®n en mayor medida que a. su padre, del que hablaba como de un visionario autista, ciego a la realidad- de la necesidad de democratizar el pa¨ªs.
"A m¨ª tambi¨¦n me espiaba la Securitate", lleg¨® a declarar. Quiz¨¢ era verdad. Con sus l¨ªos de faldas con su alcoholismo, con su ludopat¨ªa -(al parecer frecuentaba demasiado los casinos internacionales) y con su manifiesto comprometedor desinter¨¦s por las ceremonias p¨²blicas y las reuniones burocr¨¢ticas (que pondr¨ªa en evidencia por ejemplo en 1986, cuando presidi¨® el A?o Mundial de la Juventud de las Naciones Unidas), Nicu defraud¨® a sus padres, que hab¨ªan preparado un futuro tan espl¨¦ndido para ¨¦l.
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