Imanol Uribe y el escoc¨¦s Gillies MacKinnon comparten una polemica Concha de Oro

El jurado internacional, compuesto por el realizador brit¨¢nico Mike Figgis, la actriz portuguesa Mar¨ªa de Medeiros, la guionista mexicana Paz Alicia Garciadiego, el m¨²sico donostiarra Alberto Iglesias, el operador brasile?o Affonso Beato, el director iran¨ª Abbas Kiarostami y el productor alem¨¢n Ulrich Felsberg, decidi¨® premiar una modesta, astuta pero decididamente menor pel¨ªcula espa?ola, esta Bwana que ha convertido a Imanol Uribe en el ¨²nico director que ha repetido, tras D¨ªas contados en 1994, el m¨¢ximo galard¨®n del certamen, al tiempo que otorgaba al discreto filme irland¨¦s Trojan Eddie, una historia de gansterismo y suburbios, un inmerecido m¨¢ximo galard¨®n. El director Stanley Donen les entreg¨® a ambos la Concha de Oro y, a su vez, recogi¨® el premio que ten¨ªa pendiente desde 1967, cuando fue galardonado en San Sebasti¨¢n por Dos en la carretera.Que el jurado no las ten¨ªa todas consigo en lo que hace a sus decisiones lo prueba ampliamente el inusual, sorprendente y surreal discurso de autojustificaci¨®n entonado por su portavoz, Mike Figgis, en el cual, entre otras inconsecuentes afirmaciones, el director brit¨¢nico lleg¨® a decir que todas las votaciones hab¨ªan sido democr¨¢ticas -como si no fuera ¨¦ste el ¨²nico funcionamiento concebible en tareas como ¨¦stas- y que los siete hab¨ªan discutido una media de cuatro a cinco horas por d¨ªa sobre las pel¨ªculas que iban viendo. Termin¨® pidiendo disculpas por su "no profesionalidad" (sic) en la tarea de jurados.

Gritos de ?fuera, fuera!

Los desprop¨®sitos de ¨¦stos ' que fueron despedidos con abucheos y gritos de "?fuera, fuera!", e "incompetentes" por docenas de cr¨ªticos y periodistas acreditados, afectan a casi todo el palmar¨¦s. Es ciertamente un error, y may¨²sculo, olvidar a la pel¨ªcula m¨¢s apasionante, compleja y redonda que aqu¨ª se ha visto, Capit¨¢n Conan, como igualmente lo es no premiar, si de conceder galard¨®n a un filme espa?ol se trataba, a la solvente aunque fr¨ªa y en exceso acad¨¦mica El ¨²ltimo viaje de Robert Rylands, de Gracia Querejeta, la pel¨ªcula hispana mejor construida entre las cuatro presentadas a concurso.

Tambi¨¦n incomprensible resulta olvidar en el palmar¨¦s a una pel¨ªcula como La sombra del emperador, de Zhou Xiaowen -que obtuvo en cambio, ex-aequo, con el filme de Tavernier, el prestigioso premio de la cr¨ªtica internacional-, mientras obten¨ªa menci¨®n una nader¨ªa iran¨ª como Pedar (El padre), de Majid Majidi, arrojando una sombra de duda sobre la imparcialidad de los jurados, puesto que iran¨ª es igualmente el m¨¢s reputado de sus miembros, Karostami; o entregar el premio a la mejor realizaci¨®n al peruano Lombardi, por un filme que tiene su m¨¢xima debilidad en un ¨¢rea de plena responsabilidad del cineasta, como es la interpretaci¨®n. Nada tiene que objetar, en cambio, la decisi¨®n de resaltar con un premio, especial las preferencias por Engelchen, de Heile Misselwitz, toda vez que se trata de un filme tan eficaz como riguroso, intenso e inteligente.

As¨ª las cosas, el ¨²nico premio incontestado, e incluso aplaudido, result¨® ser el de interpretaci¨®n femenina, que recay¨® con toda justicia en Norma Aleandro, soberbia en su caracterizaci¨®n de solterona jud¨ªa en la pel¨ªcula argentina Sol de oto?o. El de interpretaci¨®n masculina, que recay¨® en Michael Caine, por su trabajo en Blood and wine, de Bob Rafelson, es tambi¨¦n objetable, no s¨®lo porque despoja al gran Federico Luppi de un m¨¢s que merecido premio por su impresionante trabajo en Sol de oto?o, sino tambi¨¦n por tratarse de un papel no protagonista, por m¨¢s que el siempre impecable actor brit¨¢nico est¨¦ aqu¨ª a la altura de su talento y trayectoria.

Es justa, en cambio, la. menci¨®n especial del jurado a la joven actriz Ingrid Rubio, por su impactante labor en Taxi, de Carlos Saura, como lo es igualmente el premio a la mejor fotograf¨ªa, para Javier Aguirresarobe, por su detacada labor en Bwana.Difusi¨®n del certamen .

No s¨®lo en los ambientes profesionales cay¨® como una aut¨¦ntica bomba un palmar¨¦s que desprecia a quienes m¨¢s lo merecen, degrada a quienes han sido premiados por lo que parece m¨¢s una decisi¨®n de la fortuna que el resutlado del Juicio de cualificados profesionales cinematogr¨¢ficos, y hace de filmes que no lo merecen el objeto de debates globalmente descalificadores. De hecho, el propio director del certamen, Diego Gal¨¢n, tras recordar el derecho inobjetable de todo filme a resultar premiado, manifest¨® que "en lo personal, debo decir que hubiese elegido otro palmar¨¦s, y que ¨¦ste, aun siendo justo, ayuda poco a la difusi¨®n internacional del festival".

Por su parte, el jurado del premio Euskal Media, dotado con 25 millones de pesetas para la mejor ¨®pera prima, con obligaci¨®n de emplear dicha cantidad en la producci¨®n del siguiente filme de su director, recay¨® en la interesante pel¨ªcula independiente estadounidense Johns, de Scott Silver, un contenido drama ambientado en Los ?ngeles, que aborda la dif¨ªcil vida cotidiana de un grupo de chaperos adolescentes, hecha con contenci¨®n, concisi¨®n y extremo respeto por sus personajes.