Manglano llev¨® a un notario "amenazas" de Santaella de sacar el 'caso Mengele'
Jes¨²s Santaella, abogado de Mario Conde y del coronel Perote, traslad¨® en 1995 un mensaje al teniente general Emilio Alonso Manglano, ex director del Cesid, que ¨¦ste interpret¨® como una amenaza. Santaella le dijo, a trav¨¦s de su abogado, Luis Rodr¨ªguez Ramos, que deb¨ªa declarar al juez Garz¨®n que Felipe Gonz¨¢lez supo el nacimiento de los GAL. Si no lo hac¨ªa, destapar¨ªa asuntos del Cesid a¨²n no divulgados, como el caso Mengele. Manglano llev¨® a un notario el relato de los hechos, como prueba de posibles delitos de "amenazas condicionales y contra la Administraci¨®n de Justicia", a¨²n sin denunciar.
El relato del acta notarial, reconstruido con testimonios de personas conocedoras del mismo, es el siguiente:El 5 de septiembre, el abogado del ex director del Cesid recibi¨® una llamada del juzgado de Garz¨®n. Quer¨ªan saber el domicilio de Manglano para citarle al d¨ªa siguiente como imputado en uno de los atentados de los GAL, el caso Monbar. Parad¨®jicamente, cuando se iba a dar respuesta a tal consulta, el juzgado inform¨® que, en realidad, la citaci¨®n ya hab¨ªa sido remitida al ministerio de Defensa.Extra?ado, Rodr¨ªguez Ramos llam¨® telef¨®nicamente a Jes¨²s Santaella, defensor de Perote, quien ya hab¨ªa declarado como imputado en el sumario Monbar. El abogado del teniente general le consult¨® si sab¨ªa algo sobre tal citaci¨®n y Santaella vaticin¨® para Manglano "una declaraci¨®n de alto riesgo" y que pod¨ªa acabar con el ex director del Cesid en "la prisi¨®n militar de Alcal¨¢-Meco". Ante tan alarmante aviso, Rodr¨ªguez Ramos, se desplaz¨® al despacho de su colega. Ya cara a cara, Santaella reiter¨® a Rodr¨ªguez Ramos el "alto riesgo de la declaraci¨®n" que Manglano deb¨ªa prestar al d¨ªa siguiente ante Garz¨®n.
Acta fundacional
El abogado de Perote le inform¨® que la declaraci¨®n de Manglano versar¨ªa sobre la llamada acta fundacional de los GAL, "que alguien aportar¨ªa" -efectivamente, la entreg¨® ese mismo d¨ªa sorpresivamente Ricardo Garc¨ªa Damborenea, ex secretario general de los socialistas vizca¨ªnos implicado en el caso- y sobre una nota de despacho sobre el inminente comienzo de acciones de los GAL en el sur de Francia entregada por Perote a Manglano, quien anot¨® sobre ella "PTE. para el viernes". (Manglano sostiene que significa "pendiente para el viernes" y Perote lo traduce por "para despachar con el presidente el viernes".
Pero el abogado de Conde no se limit¨® a informar. Hizo ver a Rodr¨ªguez Ramos que Manglano "ten¨ªa que reconocer que hab¨ªa despachado ambos documentos con Felipe Gonz¨¢lez, quien por lo tanto era conocedor del nacimiento y del inicio de las actividades de los GAL".
Santaella entr¨® luego en un terreno que no sonaba a consejo: si Manglano no implicaba a Gonz¨¢lez, "se acordar¨ªa inmediatamente despu¨¦s de su declaraci¨®n, esa misma tarde, su prisi¨®n provisional, y ser¨ªa conducido desde la sede del juzgado a Alcal¨¢-Meco; tendr¨ªa que padecer un careo frente a su defendido, Perote, inmediatamente despu¨¦s de su declaraci¨®n; se ver¨ªa en la situaci¨®n humillante esa misma tarde ante el juez y el fiscal de tener que hacer un cuerpo de escritura indubitada para una futura prueba pericial caligr¨¢fica y, adem¨¢s, se sabr¨ªa todo lo relativo a otros dos asuntos relacionados con el Cesid a¨²n no divulgados". En concreto, cit¨® el caso Mengele (supuesta experimentaci¨®n con mendigos de una droga destinada a narcotizar y secuestrar a Josu Ternera), extremo que no se precis¨® en el acta. Por contra, Santaella augur¨® que si Manglano implicaba a Gonz¨¢lez en los GAL "se librar¨ªa de la prisi¨®n preventiva, no ser¨ªa imputado en el procedimiento y ser¨ªa congruente con la realidad de que el Gobierno le hab¨ªa abandonado".
Al d¨ªa siguiente, Manglano acudi¨® ante Garz¨®n. El ex director del Cesid no implic¨® al presidente en la guerra sucia. Ausente el fiscal habitual de Garz¨®n, Pedro Rovira, no se materializ¨® la prisi¨®n de Manglano ni la prueba pericial, pues el teniente general reconoci¨® como propia la anotaci¨®n, pero s¨ª el careo y la difusi¨®n de los secretos.
Rodr¨ªguez Ramos, consultado sobre esta informaci¨®n, no neg¨® ning¨²n extremo, pero declin¨® entrar en otros pronunciamientos sin permiso de su cliente. EL PA?S requiri¨® sin ¨¦xito la versi¨®n de Santaella.
Los augurios del letrado
Un mes m¨¢s tarde, el 3 de octubre de 1995, Santaella jugaba otra vez a adivino: comunic¨® a Rodr¨ªguez Ramos que el viernes siguiente ser¨ªan citados a declarar por Garz¨®n en el caso O?ederra Perote, Galindo y Manglano, y que "estaba previsto que los tres fueran sujetos pasivos de un auto de prisi¨®n preventiva". Rodr¨ªguez Ramos entendi¨® t¨¢citamente que "se condicionar¨ªa tal medida cautelar a que la declaraci¨®n no se ajustara a las pautas que se impusieron bajo amenazas hace exactamente un mes". Efectivamente, el juzgado, un d¨ªa despu¨¦s comunic¨® la citaci¨®n a Manglano, si bien no hubo tal orden de prisi¨®n.
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