Bruselas admite que cuando estall¨® el mal de las 'vacas locas' la inspecci¨®n era catastr¨®fica
El director general de Agricultura de la UE culpa a los Quince por el descontrol
El director general de Agricultura de la Comisi¨®n Europea, el poderoso Guy Legras, responsabiliz¨® ayer a la c¨²pula de esta instituci¨®n y a los Estados miembros de los problemas surgidos por la enfermedad de las vacas locas. Legras exculp¨® a la Comisi¨®n de los fallos en la inspecci¨®n veterinaria -alegando que esta es responsabilidad de cada Estado- pero carg¨® en las anchas espaldas de sus superiores la falta de medios de su departamento para controlar las inspecciones nacionales. La situaci¨®n de la inspecci¨®n veterinaria era "catastr¨®fica", asegur¨®.
Guy Legras conect¨® ayer el ventilador en su comparecencia ante la comisi¨®n especial del Parlamento Europeo, que investiga las posibles dejaciones de la Comisi¨®n Europea o de los Quince en la crisis de la encef¨¢lopat¨ªa espongiforme bovina (ESB). Todos los dedos le se?alan a ¨¦l -responsable de los mercados c¨¢rnicos- como principal impulsor de la pol¨ªtica de silencio propugnada por Bruselas en 1990 para evitar que el p¨¢nico de los consumidores provocara una ca¨ªda en picado del precio de la carne. Pero ¨¦l se sacudi¨® las responsabilidades: las inspecciones no dependen de ¨¦l, los medios de que dispone la direcci¨®n general no son cosa suya, el informe que achaca a Bruselas la pol¨ªtica de silencio no le cita a ¨¦l.Legras admiti¨® ante los eurodiputados que los controles decididos a fines de los 80 para cerciorarse de que se cumpl¨ªa la prohibici¨®n de utilizar piensos animales para el ganado no funcionaron. Pero la Comisi¨®n no es responsable de los controles, dijo, sino de verificar que los Estados los realizan.
Admiti¨® que tampoco Bruselas hab¨ªa cumplido, pero respondi¨® que la inspecci¨®n veterinaria s¨®lo contaba entonces con 12 personas y que ¨¦stas estaban concentradas en preparar la puesta en marcha del mercado interior antes del 1 de enero de 1993. Achac¨® al Parlamento, al Consejo de ministros y a la c¨²pula, de la Comisi¨®n de entonces -presidida por Jacques Delors- la "situaci¨®n catastr¨®fica" de la inspecci¨®n veterinaria por la falta de medios. "En los pasillos se dec¨ªa que la DG-6 [Direcci¨®n General de Agricultura] tiene 1.000 funcionarios y que nos espabil¨¢ramos", explic¨®, "pero ese trabajo s¨®lo lo pod¨ªan hacer expertos".
Salud P¨²blica o mercados
Afirm¨® que la Comisi¨®n nunca di¨® prioridad a la protecci¨®n de los mercados frente_ a la protecci¨®n de la salud p¨²blica. Y acus¨®: "Hemos tomado todas las medidas recomendadas por el Comit¨¦ Cient¨ªfico Veterinario. Cuando hemos querido ir m¨¢s all¨¢ no nos han seguido los Estados miembros". Sobre la pol¨ªtica de silencio, admiti¨® que el entonces comisario de Agricultura, Ray McSharrie, lleg¨® a decir que no quer¨ªa o¨ªr hablar m¨¢s de la ESB. Otras fuentes se?alan que la frase de McSharry fue "no quiero m¨¢s reuniones sobre la ESB". No ayud¨® mucho a su adJunto, el espa?ol Fernando Mansito al asegurar que "si el documento Castille es cierto, ser¨ªa grave". Ese texto asegura que el representante de la Comisi¨®n en el Comit¨¦ Veterinario Permanente en octubre de 1990 (Fernando Mansito) propuso retirar la ESB del orden del d¨ªa de los comit¨¦s, pidi¨® al Reino Unido que no publicara m¨¢s informes e hizo hincapi¨¦ en la necesidad de no alarmar.Legras asegur¨® que esas palabras est¨¢n sacadas de contexto : entonces la ESB no preocupaba tanto como ahora porque no se tem¨ªa que pudiera ser transmitida al hombre, y lo que se pidi¨® al Reino Unido es que presentara los textos cient¨ªficos antes de publicarlos, no que los ocultara.
Fernando Mansito, a continuaci¨®n, apenas tuvo tiempo de leer una declaraci¨®n y responder a un par de preguntas. Hoy volver¨¢ al Parlamento. Mansito confirm¨®, leyendo un texto en. franc¨¦s, el temor de que sus respuestas a los diputados ser¨¢n en nombre de la Comisi¨®n, y no en el suyo. Ya en espa?ol,- lanz¨® un comentario envenenado: "?ste es mi recuerdo. Si estaba bajo instrucci¨®n [cuando presidi¨® el CVP de. 1990], un director general adjunto est¨¢ siempre bajo instrucciones". Una alusi¨®n a que ni lo que dijo entonces ni lo que diga ahora son sus opiniones personales y que se limita a trasladar disciplinadamente las instrucciones superiores. Especialmente las de su jefe inmediato... ?Guy Legras!.
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