Tormenta en la UE por la amenaza de Kohl de recurrir a otra reforma si fracasa la actual

La sugerencia o amenaza lanzada por el canciller Helmut Kohl de convocar un Maastricht 3 si la reforma en marcha (el Maastricht 2) se queda alicorta, provoc¨® ayer una tormenta en Bruselas. Tanto en la omisi¨®n como en varias diplomacias, la lea se recibi¨® como un r¨¦quiem por la actual reforma, cuando apenas ha iniciado su andadura, que los 15 l¨ªderes de la Uni¨®n Europea (UE) deber¨ªan impulsar ma?ana en una cumbre especial en Dubl¨ªn. Comisarios, funcionarios y diplom¨¢ticos expresaron su "estupor" tras conocer las declaraciones del dirigente alem¨¢n.
"Si todos los problemas no se resuelven con Maastricht 2, habr¨¢ un Maastricht 3", dijo el canciller en su visita a Dubl¨ªn, seg¨²n France Presse. "No ser¨¢ catastr¨®fico si no logramos dar ahora todas las respuestas; no tenemos que hacerlo inmediatamente, introduzcamos primero el euro y pongamos las bases para Europa y despu¨¦s abordaremos los problemas", recogi¨® la agencia Reuter.La lectura positiva s¨®lo la hizo el portavoz de la Comisi¨®n, Klaus Van der Pas, quien quiso encontrar una voluntad de forzar la aceleraci¨®n de los trabajos de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que tiene encomendada la reforma del Tratado de la Uni¨®n. As¨ª, la amenaza de convocar otra CIG si la actual desemboca en un parto de los montes, actuar¨ªa como acicate para concienciar a los Quince de la necesidad de un buen resultado en el Maastricht 2.
El portavoz comunitario fue el ¨²nico que se defini¨® en p¨²blico. Los que hicieron la lectura pesimista se confesaron en privado, para soslayar las iras del patr¨®n de la UE. Para altos cargos de la Comisi¨®n, la sola menci¨®n de un eventual Maastricht 3 "significa dar un golpe de muerte al Maastricht2, especialmente trat¨¢ndose del l¨ªder que con m¨¢s ah¨ªnco empuja la construcci¨®n europea".
Otros diplom¨¢ticos sostienen que se trata de la confirmaci¨®n de que "Alemania, ahora, s¨®lo apuesta por una minirreforrna", concentrada en los afeites institucionales- indispensables antes de ampliar la Uni¨®n al Este, y completada por una "cl¨¢usula de flexibilidad general que posibilite, una peligrosa evoluci¨®n" hacia la Europa de geometr¨ªa variable o de n¨²cleos duros inalcanzables para los excluidos. Aunque el primer ministro irland¨¦s, John Bruton, no cita a la flexibilidad como punto de discusi¨®n de la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno que se celebra ma?ana en Dubl¨ªn en su convocatoria, s¨ª la menciona como asunto que "debe ser discutido" a lo largo de la CIG, una percha que algunos l¨ªderes utilizar¨¢n.
El temor a un inmediato golpe de tim¨®n en esa direcci¨®n a cargo de Bonn y Par¨ªs s¨®lo ha bajado de grado en los ¨²ltimos d¨ªas, ante la seguridad de que no presentar¨¢n un documento conjunto en Dubl¨ªn. Pero la certeza de que s¨ª lo har¨¢n despu¨¦s, antes de la cumbre de diciembre, no lo ha disipado. Mientras, la pol¨¦mica sobre la fecha tope de la CIG se caldea. La cumbre de Florencia se inclin¨® a terminarla en junio de 1997, bajo presidencia holandesa. Pero el primer ministro de ese pa¨ªs, Wim. Kok, sugiri¨® la semana pasada aplazarla unos meses para permitir al nuevo mandatario brit¨¢nico reencauzar las posiciones de su pa¨ªs. El presidente franc¨¦s,Jacques Chirac, se manifest¨® ayer contrario a la idea. El primer ministro finland¨¦s, Paavo Lipponen, que le visitaba en Par¨ªs, exhort¨® a "mantener el calendario para permitir la ampliaci¨®n".
Y Bruton propone en su carta de convocatoria, como presidente de turno del Consejo Europeo, que la cumbre despeje ma?ana toda duda sobre el asunto. "Queremos asegurar que la CIG culmine a mitad de 1997", manifiesta. "Deber¨ªamos utilizar [la cumbre] para confirmar que mantenemos el calendario que nos hemos fijado' y dejar claro que pretendemos concluir con ¨¦xito la CIG en nuestra reuni¨®n de Amsterdam, en junio, de 1997", precisa.
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