La telecomedia huele

Los creadores de Spitting Image (esos famosos mu?ecos de l¨¢tex que ridiculizaron a la familia real brit¨¢nica) se han sacado de la manga Crapston Villas, una producci¨®n que hace mofa y befa de las historias de la televisi¨®n. En concreto, de la vida idealizada en las comedias de situaci¨®n, culebrones de distinta finura o grosor que superpueblan desde hace lustros el mundo cat¨®dico anglosaj¨®n y que recientemente han conquistado las cadenas espa?olas.Crapston Villas, presentada la pasada madrugada por Canal +, tuvo su estreno en la cadena brit¨¢nica Channel 4 el pasado a?o, los viernes por la noche, y logr¨® un ¨¦xito inusitado para una serie de animaci¨®n adulta.

Los primeros planos despistan: cielo azul, sol brillante, Londres tur¨ªstico, con su Big Ben y su guardia real y su T¨¢mesis... Pero el objetivo enfoca r¨¢pidamente a los habitantes de una ruinosa casa victoriana en un barrio marginal.

Feos, deformes

Estos parientes de silicona de los corrosivos Spitting Image son feos y deformes. Quien los contempla se imagina, al primer vistazo, que hasta son apestosos. Enseguida demuestran que lo son. El suelo del piso A est¨¢ alfombrado de condones usados, restos de comida, cacas de su horrible gato y papelotes varios del marido, un eterno aspirante a director-guionista de cine que espera que la fama venga a buscarle. Lo que le viene es una aspirante (a actriz) porque la pobre ama de casa (que maneja con desgana la aspiradora) no puede pagar la renta. "Es tan aut¨¦ntico... Como un reality show, la vida urbana de verdad. Es como un plat¨®, tan cuco, tan kitsch y tan hortera a la vez. ?Tiene tanto car¨¢cter!", exclama la p¨¢nfila visitante, encantada de que los vecinos del ¨¢tico sean gays. Los del apartamento B tambi¨¦n son aut¨¦nticos: una madre autoritaria y racista, una abuela loca, una ni?a viciosa del tel¨¦fono y un adolescente guarreras.

Los brit¨¢nicos Ropper, la serie norteamericana Matrimonio con hijos o el vecindario de la R¨²e del Percebe, en plan espa?ol, pueden ser los referentes para quienes les hagan gracia las familias disfuncionales. Como dir¨ªan Beavis y Butt-Head, en Crapston Villas la telecomedia es un asco.