Cierre triunfal del congreso del Partido Laborista brit¨¢nico

En un clima de euforia y triunfalismo desconocidos en el Partido Laborista, al menos en los ¨²ltimos 17 a?os, concluy¨® ayer en Blackpool el ¨²ltimo congreso de partido antes de las elecciones generales previstas para la primavera de 1997. "Estamos unidos y listos para gobernar", dijo el n¨²mero dos laborista John Prescott en lo que constituy¨® e discurso de despedida, tras una semana de festival unitario. Todas las mociones presentadas por la direcci¨®n han sido aprobadas con holgura y ninguno de los debates pol¨¦micos -derechos de los trabajadores, pensiones, supresi¨®n de seguros para los j¨®venes de 16 a 18 a?os- se ha traducido en un rev¨¦s para el l¨ªder, Tony Blair, que ha sido la gran estrella de la semana.

El manifiesto preelectoral recibi¨® ayer un abrumador respaldo. M¨¢s del 95% de los delegados (el voto se divide a partes iguales entre los miembros del partido en las distintas circunscripciones y los de los afiliados a un sindicato) le dieron el s¨ª a Tony Blair y su dec¨¢logo de promesas, calificado de poco concreto y escasamente radical por la prensa econ¨®mica.

B¨¢sicamente las promesas son: clases con menos alumnos en preescolar, 250.000 j¨®venes en programas de trabajo piloto, reducci¨®n de las listas de espera en los hospitales de la Seguridad Social atendiendo a m¨¢s pacientes con dinero procedente del recorte de gastos burocr¨¢ticos; parlamentos aut¨®nomos para Escocia y el Pa¨ªs de Gales; desaparici¨®n de los Lores hereditarios; una justicia m¨¢s eficaz para lidiar con los delincuentes juveniles y, el cap¨ªtulo m¨¢s importante, la promesa de mantener un control f¨¦rreo sobre gasto p¨²blico y deuda, congelando los impuestos.

No subir¨¢n los impuestos

El l¨ªder hizo hincapi¨¦ de nuevo ayer en su promesa de no elevar los impuestos, e incluso se comprometi¨® a advertir al electorado de cualquier cambio de opini¨®n al respecto si el actual Gobierno altera este cap¨ªtulo en los presupuestos de noviembre pr¨®ximo.Blair y el portavoz de Econom¨ªa y Hacienda laborista, Gordon Brown, han reiterado el mismo mensaje a lo largo del congreso: el Nuevo Laborismo no se parece al antiguo en cuestiones econ¨®micas. No es el partido del elevado gasto p¨²blico y las subidas de impuestos.

Por lo dem¨¢s el congreso laborista se ha sometido d¨®cilmente a la propuesta de la direcci¨®n del partido de no aceptar recortes econ¨®micos en Defensa, le ha dado el s¨ª a las armas nucleares y ha aceptado incluir una nueva legislaci¨®n -si llegan al poder- que convierta en delito cualquier manifestaci¨®n de duda sobre la existencia del Holocausto jud¨ªo.

[Una encuesta realizada por Gallup y publicada ayer por The Daily Telegraph eleva el porcentaje de voto laborista del 52% al 57% tras el fin del Congreso, mientras que los conservadores caen del 27,5% al 24%, informa la agencia Reuter].