"No es terrorismo de Estado combatir el terrorismo incluso si se hace ilegalmente"
Tiene, a sus casi 74 a?os, una vitalidad desgastada, pero con la que a¨²n agota a otros m¨¢s j¨®venes que ¨¦l, y prorrumpe en respuestas a preguntas que a¨²n no ha terminado de o¨ªr. Cultiva, incluso cuando habla de su posible sucesor, una sorna muy propia de quien ha sobrevivido a la mayor¨ªa de sus adversarios. "Uno se puede poner enfermo. Pero tambi¨¦n pueden ser otros los que tengan problemas, ?verdad?". Su refugio, dice, son sus nietos -"El adulto es un ni?o venido a menos...-". Y confiesa que teme a sus propios errores.Pregunta. ?Qu¨¦ ha ocurrido para que, despu¨¦s de haber citado usted insistentemente a George Washington y su recomendaci¨®n de no permanecer m¨¢s de ocho a?os al frente de un Gobierno, haya decidido presentarse por tercera vez a la presidencia de la Xunta?
Respuesta. Esa doctrina, aplicada r¨ªgidamente en el sistema presidencialista norteamericano, es de m¨¢s dif¨ªcil aplicaci¨®n en un sistema parlamentario. Y se ha producido una circunstancia importante: el Partido Popular gan¨® el Gobierno, aunque por desgracia sin mayor¨ªa para gobernar en solitario.
P. Y vio en ello un buen motivo para quedarse, y ayudar.
R. Puedo ayudar, y ser ayudado en la mejora del bienestar de Galicia.
P. Al Gobierno de Aznar, ?en qu¨¦ le puede ayudar? ?Quiere ser usted el contrapunto a algunas exigencias de Jordi Pujol?
R. No quiero puntualizar, porque en pol¨ªtica todos los, temas tienen que ver con todos. Yo ayudar¨¦ en todo lo que pueda y me callar¨¦ en lo que pueda... Ja ja.
P. Usted incluso brome¨® con que al t¨¦rmino de este mandato cumplir¨¢ 75 a?os, "que es la edad en que se retiran hasta los obispos".
R. S¨ª, pero hasta con ellos hay cierta flexibilidad cuando todav¨ªa pueden ser ¨²tiles. Lo que ocurre es que Dios me ha dado una salud de hierro, y una capacidad todav¨ªa para cansar a gente con 20 y 30 a?os menos que yo.
P. En alguna ocasi¨®n ha confesado: "El d¨ªa que no trabajo lo paso fatal". Eso, algo tambi¨¦n habr¨¢ influido..
R. ...Pero yo no tengo derecho a anteponer eso. Es probable que en adelante escriba m¨¢s y, sobre todo, podr¨¦ pensar m¨¢s lo que escribo, no como parte de una labor... Ya sabe la frase del Apocalipsis "con una mano escrib¨ªa en el libro y con la otra sosten¨ªa la espada".
P. Usted propici¨® su sucesi¨®n cuando estaba al frente del Partido Popular en Madrid. ?Va a se?alar tambi¨¦n a su sucesor en Gal¨ªcia?
R. Bueno... Vamos a ver... Ah¨ª hay que estar. Lo ideal es dejar funcionar, y dejar las cosas preparadas, m¨¢s que designar uno mismo. Lo que no me voy es a apresurar. Cuando yo asumo un mandato electoral es para cumplirlo hasta el final. Har¨¦ lo posible por estar preparado ante cualquier emergencia. Pero tampoco las voy a detallar, porque a veces no dependen de uno. Uno se puede poner enfermo. Pero tambi¨¦n pueden ser otros los que tengan problemas, ?verdad?
P. Usted ha llegado a decir: "Uno se muere o se retira". Luego si no se retira, ?es que ha elegido morir con las botas puestas?
R. No. T¨®melo con un cierto humor gallego. Tantos muertos pol¨ªticos hay por ah¨ª y, sin embargo, est¨¢n todav¨ªa en el Registro Civil como vivos..
P. ?Aznar puede despreocuparse de Felipe Gonz¨¢lez, en el sentido de ser un pol¨ªtico que ya no va a remontar vuelo?
R. El futuro es, por naturaleza, desconocido. Felipe Gonz¨¢lez ha tenido ocasi¨®n de irse a puestos en el extranjero y ha optado por quedarse aqu¨ª, y eso le honra, y creo que favorece a su partido. Pero, ciertamente, tiene que remontar una etapa final muy penosa de su Gobierno. Y yo no soy de los que est¨¢n echando ning¨²n c¨®ctel molotov sobre ese asunto. Yo deseo que en Espa?a se afiance el bipartidismo, con un sistema electoral que facilite mayor¨ªas claras. De las personas, que se ocupen los partidos, y los electores, que al final son los que deciden.
P. ?Le parece un objetivo alcanzable poner a Felipe Gonz¨¢lez fuera de juego por la v¨ªa judicial?
R. Si hay algo que est¨¢ claro en este Gobierno es que no s¨®lo no lo est¨¢ intentando, sino que ha distinguido claramente entre responsabilidades pol¨ªticas y judiciales.
P. El anterior Gobierno fue objeto de un chantaje, relacionado con irregularidades cometidas en su entorno. ?A este Gobierno le han empezado a echa un pulso por no seguir la senda que convendr¨ªa a los intereses de alg¨²n personaje expuesto a condenas judiciales?
R. Lo que digo es: ?Este Gobierno no se dejar¨¢ chantajear De eso creo que puedo responder. Y yo har¨¦ todo lo posible para que adem¨¢s eso no ocurra Si hay algo que no tolero nunca es un chantaje, ni en mi vida p¨²blica ni en mi vida privada.
P. Cuando unos jueces afirman en un auto que el Gobierno est¨¢ "entorpeciendo" la investigaci¨®n judicial sobre lo GAL, ?est¨¢n cumpliendo su papel o se est¨¢n extralimitando?
R. No me gusta discutir resoluciones judiciales, pero ha una cosa evidente: tambi¨¦n lo jueces se pueden equivocar. Y no estoy diciendo que en es caso.
P. Usted suele ser partidario de buscar salidas a los problemas, e incluso de utilizarlas de forma expeditiva...
R. Es que si uno no est¨¢ para resolver problemas, mejor se retira. A los toros hay que darle salida, si no le cogen a uno.
P. Y ?cu¨¢l es la salida al toro de los GAL?
R. Dejar a los tribunales que funcionen, y tomar las medidas para no politizarlo. Quien ha vuelto a poner en candelero ese asunto ha sido Felipe Gonz¨¢lez, en una salida muy desafortunada, al utilizar un argumento equivocado, que no viene a caso: el n¨²mero de bajas.
P. Y usted...
R. Y lo digo yo, que aprovecho para decir que no es terrorismo de Estado el combatir e terrorismo, incluso si se hace mal, incluso si se hace ilegalmente. No es terrorismo de Estado, es otra cosa Yo no s¨¦ cuando se van a aclarar las muertes pol¨ªticas que ha habido en M¨¦xico. Ah¨ª puede haber terrorismo de Estado Pero que un se?or que lucha contra el terrorismo meta la pata..., a pesar de eso no es terrorista. En mi opini¨®n. Terrorista es el otro. Y olvidar eso cuando los terroristas, como bien han dicho Xabier Arzalluz y Jos¨¦ Antonio Ardanza, est¨¢n envenenando a los adolescentes y a los j¨®venes ense?¨¢ndoles a tirar bombas, es un tema muy serio. No se les puede poner en el mismo plano, incluso con polic¨ªas que se puedan equivocar.
P. ?No tiene la sensaci¨®n de que al Gobierno le empieza a ocurrir lo que a los ¨²ltimos gobiernos de Gonz¨¢lez: que la agenda de los asuntos que centran la atenci¨®n no la marca el Gabinete sino quienes tratan de condicionarle desde fuera ... ?
R. Creo que hay un acuerdo general en que la buena fe del Gobierno ha podido verse sorprendida por algunos, y quiz¨¢ obligue a reelaborar un poco la pol¨ªtica de informaci¨®n. Aunque f¨ªjese en qu¨¦ mundo vivimos. Yo comprendo que a mucha gente, que no est¨¢ en estos temas, le impresione m¨¢s la noticia del ni?o que le dio un beso a una ni?a de seis anos y arm¨® la gorda en el colegio. Realmente, yo ese a ni?o le dar¨ªa otro beso, je je je. Pero dicho eso: estoy convencido de que vox populi, vox dei. Al pueblo le falta informaci¨®n, pero tiene un curioso instinto que le orienta de d¨®nde est¨¢ lo principal. Y, por eso, que no se enga?en los que estan invirtiendo dinero en papeles, verdaderos o falsos. Al final no se van a salir con la suya.
P. Si fuera un diputado de la Comisi¨®n de Secretos Oficiales, ?acudir¨ªa a declarar ante el juez y relatar¨ªa lo que ha escuchado en esa comisi¨®n al Gobierno sobre los papeles del Cesid?
R. Acatar¨ªa la decisi¨®n de ser convocado e invocar¨ªa mi derecho constitucional a cumplir la previsi¨®n legal con que fue creada esa comisi¨®n. No se puede contar. Esa comisi¨®n ha sido creada precisamente para eso y con ciertas condiciones.
P. ?Por qu¨¦ se impone a los funcionarios el sacrificio de la congelaci¨®n de su salario, para contener el d¨¦ficit, y se aumenta la disponibilidad financiera de las comunidades aut¨®nomas, que tienen buena parte de la responsabilidad de ese d¨¦ficit?
R. Las caracter¨ªsticas del estatuto funcionarial pueden explicar durante un tiempo limitado medidas de esa naturaleza. Hay que apretarse el cintur¨®n. Pero se dijo que se le iba a apretar a los pobres y no a los ricos, y estamos viendo que el acuerdo sobre pensiones lo han firmado los sindicatos y no la CEOE. Respecto a la responsabilidad de las comunidades aut¨®nomas en el d¨¦ficit, est¨¢ por desmostrar. En Galicia nunca hemos pasado los l¨ªmites de endeudamiento.
P. Cuando Aleix Vidal-Quadras se despidi¨® de la direcci¨®n del PP catal¨¢n proclamando que no arriar¨¢ la bandera del enfrentamiento ideol¨®gico con los nacionalistas catalanes, ?vio la siembra de una semilla o el entierro de una carrera pol¨ªtica?
R. Ni una cosa ni otra. Hay que vivir en la realidad: hay un pacto pol¨ªtico, que conviene cuidar, sin arriar nada. Pero claro, si se quiere poner la bandera al tope en un d¨ªa que no es festivo... Je je. En pol¨ªtica los asuntos se arreglan a tiros, como en la antigua Yugoslavia, o mediante acuerdos. Mire usted: aqu¨ª nos hemos convertido en la fuerza galleguista. Nuestra forma de ser espa?oles es ser gallegos, como la de otros es ser catalanes o ser vascos o ser extreme?os.
P. ?Conf¨ªa en que una victoria electoral de Clinton en las elecciones presidenciales de noviembre facilite la retirada de la ley Helms-Burton sobre Cuba?
R. ?sa es una ley contraria al derecho internacional y, en particular, a acuerdos de comercio promovidos por los propios Estados Unidos. La teor¨ªa del bloqueo como forma de derribar gobiernos siempre me ha parecido lamentable.
P. ?Qu¨¦ le transmitir¨ªa en herencia a Aznar, si pudiera?
R. No creo en los testamentos pol¨ªticos. En pol¨ªtica no se puede testar.
P. ?Hay algo que a?ore?
R. ?Qui¨¦n no considera que su ni?ez no es lo mejor de su vida? Le¨ª a don Manuel G¨®mez Moreno en un elogio a Berruguete: "El adulto, que es un ni?o venido a menos..." Suscribo eso. Por eso ahora me refugio en mis nietos.
P. ?Hay algo que le gustar¨ªa borrar?
R. Muchas cosas. Pero en el conjunto de mi actividad p¨²blica, poco. Lo digo con humildad. Creo haber contribuido a que las cosas mejorasen, no a que empeorase este pa¨ªs.
P. ?Hay algo que tema?
R. Yo lo que temo es precisamente a mis propios errores. En cuanto a nuestro pa¨ªs, no veo motivo para el temor. S¨ª para la esperanza.
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