El efecto Mar¨ªas
Lo primero que se ve¨ªa al llegar a la caseta de Klett-Cotta era una enorme fotograf¨ªa de Javier Mar¨ªas. En segundo t¨¦rmino, oculto por un barullo de c¨¢maras, micr¨®fonos y espont¨¢neos con libro y bol¨ªgrafo en ristre, el escritor espa?ol. Tras una cola considerable, esta periodista pudo acceder justo en el momento en que uno de los editores de Klett le anunciaba que se iban a tirar otros 30.000 ejemplares m¨¢s de Coraz¨®n tan blanco, o sea que ya va para 230.000 copias. No se lo creen propios ni extra?os, empezando por la editorial que jam¨¢s hab¨ªa tenido a un autor en la lista de ¨¦xitos y acabando por el propio Mar¨ªas. "Esto no puede ser, debe haber una equivocaci¨®n". Y eso que Coraz¨®n tan blanco naci¨® en Alemania con mala estrella. Lo compr¨® Piper (que ya hab¨ªa sacado otras novelas del escritor), la tradujo, pero luego no la public¨®. La rechaz¨® Suhrkamp, pese al buen¨ªsimo informe de lectura que hizo Michi Strausfeld. Al final, se la qued¨® Klett-Cotta, una editorial no demasiado interesada en obras de ficci¨®n; tuvo buenas cr¨ªticas, pero el pistoletazo de salida lo dio el gran pope Marcel Reich-Ranicki con su programa de televisi¨®n. Bastante feo, de una agresividad tremenda, gesticulante hasta la exageraci¨®n, Ranicki tiene a la audiencia alemana en el bolsillo. Un mu?equito que le representa y que cuando se le aprieta gru?e se convirti¨® en la mascota de la feria.Mar¨ªas ha empezado a escribir sus tres ¨²ltimas novelas en un 3 de septiembre. Comenz¨® la pr¨®xima el 3 de septiembre de 1995, pero ha sufrido un largo par¨®n y es que las cosas se le han complicado mucho, tanto, que ¨¦l, que siempre se hab¨ªa ufanado de ir por libre, ha contratado a una agente: "Me com¨ªa la burocracia". No hay para menos: tiene 40 o 50 traducciones de sus libros en 18 pa¨ªses.
Los editores llegaron a Francfor so?ando con que el efecto Mar¨ªas hiciera renacer el inter¨¦s por los espa?oles. "Creo que las cosas no funcionan as¨ª, pero si esto sirve para provocar una nueva curiosidad miel sobre hojuelas". Algo ha sucedido, desde luego: Klett ha comprado tambi¨¦n Donde las mujeres y El metro de platino iridiado, de Alvaro Pombo, y Cita en Tombuct¨², de Pep Subir¨®s. Se ha vendido tambi¨¦n a editores alemanes Abierto toda la noche, de David Trueba, El jard¨ªn de los siete crep¨²sculos, de Miquel de Palol, Ritos de muerte, de Alicia Gim¨¦nez Barttlet, Elizabeth, de ?ngeles Caso, todo Atxaga... Suhrkamp se ha quedado con En salvaje compa?¨ªa, de Manuel Rivas, y contin¨²a publicando 12 autores espa?oles y latinoamericanos cada a?o. Para el a?o 1997 anuncia los Cuentos completos, de Julio Cort¨¢zar, El columpio, de Fern¨¢ndez Cubas, la nueva novela de Eduardo de Mendoza... Y, adem¨¢s, los cr¨ªticos siguen recomendando la excelente edici¨®n biling¨¹e de Soledades, de Machado.
Babelia
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