Clinton II, ?centrista o dem¨®crata?

En 1992, durante las elecciones presidenciales norteamericanas, la econom¨ªa, entonces en crisis, fue un elemento decisivo para la victoria de Bill Clinton sobre el presidente saliente, George Bush. En esta ocasi¨®n, el candidato dem¨®crata cuenta con el buen estado de la econom¨ªa norteamericana para conseguir, la reelecci¨®n. ( ... ) La pregunta que Bob Dole no ha dejado de plantear es saber qui¨¦n ser¨¢, si es elegido, Clinton II. ?Recuperar¨¢ el entusiasmo del candidato dem¨®crata de -1992 -un keynesiano profundamente reformista- o seguir¨¢ en el camino del presidente saliente -un centrista m¨¢s bien conservador-? ( ... ) Desde hace cuatro a?os, el crecimiento es sostenido, saneado y sin inflaci¨®n. Todos los estadounidenses, 0 casi, se benefician de ello. ( ... ) Clinton no es, ciertamente, el ¨²nico responsable de tan brillante balance. Ha sacado provecho, al comienzo de su mandato, de una herencia, la de Reagan y Bush, que no era tan calamitosa como ¨¦l hab¨ªa proclamado. ( ... ) Su llegada a la Casa Blanca lo ha llevado a renunciar progresivamente a la mayor¨ªa de sus compromisos de ¨¢nta?o. ( ... ) La opini¨®n p¨²blica norteamericana parece dispuesta a seguirlo. Pero frente a los problemas que contin¨²an agitando la "fractura social" en Estados Unidos (exclusi¨®n persistente, cobertura social desigual, educaci¨®n deficiente), ?no ser¨ªa necesaria una vuelta a algunos de los valores tradicionales del Partido Dem¨®crata? 8 de octubre