El nivel

Este pa¨ªs parece un ateneo. El debate te¨®rico, en cualquiera de los campos que se produzca, alcanza enseguida niveles de inteligencia espectaculares. No hace mucho afirm¨®, por ejemplo, el ministro de Industria que las empresas no las cerraba ¨¦l, sino el mercado, o sea, el Cor¨¢n, y enseguida apareci¨® un talib¨¢n fin¨ªsimo , el se?or Barea, recomendando consecuentemente el cierre de los hospitales que no produjeran beneficios. Resulta imposible poner en circulaci¨®n una idea, incluso una mala idea, sin que la excitaci¨®n intelectual de la que estamos pose¨ªdos la convierta enseguida en un objeto de culto filos¨®fico.Seg¨²n el Cor¨¢n de Fraga, m¨¢xima autoridad moral del partido que nos gobierna y sin duda uno de los gigantes del pensamiento espa?ol de este fin de siglo, matar desde el Ministerio del Interior no es exactamente terrorismo de Estado. ?l lo ha dicho mejor, claro, con la delicadeza ret¨®rica que le es propia y que tanto gustaba a esa otra gran figura del pensamiento l¨®gico que fue Francisco Franco. La contundencia de sus argumentos ha dejado mudos en el PSOE incluso a personajes que, como Rodr¨ªguez Ibarra, se encuentran en un estado permanente de irritaci¨®n moral. Asesinar est¨¢ mal, pero tal como lo plantea el presidente de Galicia, tiene su l¨®gica, je, je (el "je, je" es tambi¨¦n de don Manuel, que ¨²ltimamente lo utiliza mucho para coronar sus deducciones).

Segundo Marey todav¨ªa no lo sabe, pero a ¨¦l no lo secuestraron funcionarios de polic¨ªa, sino unos int¨¦rpretes del Cor¨¢n, o quiz¨¢ unos talibanes del mercado. Gracias a Dios, lo que no tiene su Cor¨¢n tiene su mercado, lo que da mucha seguridad a la hora de almacenar productos ideol¨®gicos, pues si no los vendes por una v¨ªa, los vendes por la otra. Lo importante es que el nivel intelectual no baje.