Me sumo

Me sumo totalmente a las opiniones de Antonio Mu?oz Molina, de EL PA?S 29 de septiembre de 1996, matizando que al desamparo del funcionario profesional se suma la incomprensi¨®n del resto de trabajadores que te cuelgan los t¨ªpicos t¨®picos consabidos ... : "puesto de por vida" (una oposici¨®n no es gratuita precisamente), "buena vida" (habr¨¢ quien trabaje poco, pero otros muchos lo tenemos que compensar y cobrando igual que aqu¨¦llos). En cuanto al horario y las vacaciones, existen relojes de fichar, pero no convenios colectivos que favorezcan el disfrute de vacaciones, amparen y mejoren condiciones laborales sin tener que pelear ascensos en macrooposiciones: 70.000 opositores para 1.000 plazas por un ascenso que supone 10.000 pesetas por mes, y gracias a la cacareada y desastrosa "carrera administrativa".Curiosamente, del sueldo se evita hablar, pues se sigue pensando que nos lo regalan; en realidad, si se toma como dato, que el auxiliar que escribe, despu¨¦s de llevar 21 a?os trabajando para el Estado en la Administraci¨®n central y la local; tras haber superado dos oposiciones diferentes m¨¢s los concursos para obtenci¨®n de destinos conducentes a una jefatura de negociado de nivel 16, cobra 125.000 pesetas por mes (siendo afortunado, pues un auxiliar raso est¨¢ en las 90.000 pesetas por mes, que es la paga extra en cualquier caso), ser¨ªa la manera de cerrar la boca a todos los que tienen envidia.

Pero en su momento, ellos descartaron la dureza de unas oposiciones y de un destino posterior vaya usted a saber d¨®nde, y otros por inter¨¦s pol¨ªtico o econ¨®mico nos han elegido como chivos expiatorios de todos los desastres del pa¨ªs, puesto que parece ser a nuestra costa como se solucionan d¨¦ficit y dem¨¢s prop¨®sitos, que tambi¨¦n sufrimos en su momento.

Y ello por las diferentes jefaturas pol¨ªticas que hubimos de soportar, y que en ning¨²n momento dejaron de mirar con recelo, y no como profesional de la Administraci¨®n, a cualquier funcionario subordinado por muy bien que trabajase.

Al tiempo, deber¨ªa ser tambi¨¦n punto de partida para que los sindicatos se replantearan su lamentable papel jugado en los acuerdos vendidos como "logros", cuando han supuesto lo contrario si miramos a principios del felipismo, en que se perdieron opciones de ascenso autom¨¢tico.

En definitiva, si con ello contribuimos a desmitificar la visi¨®n decimon¨®nica que de la Administraci¨®n p¨²blica se tiene, y se ve de una vez a los funcionarios como trabajadores de la Administraci¨®n, aqu¨ª va mi opini¨®n.-