La primera condena del ciberespacio en EE UU
El tr¨¢fico de pornograf¨ªa infantil en EE UU tiene incontables protagonistas an¨®nimos y otros muchos con seud¨®nimo, pero la pasada primavera, un individuo llamado Thomas A. Everett asumi¨® la infame tarea de poner cara y nombre a una pr¨¢ctica tan rechazada socialmente como dif¨ªcil de controlar. En Mayo, Everett fue condenado a quince meses de prisi¨®n, una multa de unas 400.000 pesetas y una orden de "libertad supervisada" por poseer 200 im¨¢genes de ni?os en posturas o actos sexuales, que recog¨ªa de tablones de anuncios en Internet para luego distribuir a otros.
Este tipo de intercambio de archivos gr¨¢ficos se realiza en BBS (servicios llamados de tipo "tabl¨®n de anuncios", donde hay listados de ficheros de ordenador para quien pague una suscripci¨®n por acceder a ellos) y en los llamados "grupos de discusi¨®n" de internet, que se crean en torno a todo tipo de intereses. En 1995, Everett fue condenado a tres a?os de c¨¢rcel por ser el administrador de una BBS con la que se hizo millonario distribuyendo im¨¢genes de sadomasoquismo y bestialismo.
Citas 'on-line'
En EE UU se denuncian cada a?o 800.000 casos de ni?os desaparecidos, y ya en 1994, a?o clave en la explosi¨®n del fen¨®meno on-line, una docena de menores fueron seducidos por desconocidos con objeto de arreglar citas o, seg¨²n explic¨® la revista Time, "meterse en situaciones en las que fueron victimizados". Actualmente este tipo de delito en Estados Unidos se trata a nivel estatal, ya que cada Estado tiene sus leyes contra la pornograf¨ªa infantil y la pederastia.Sin embargo, la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos (el brazo legislativo federal) acaba de aprobar este mes una nueva ley que proh¨ªbe la transmisi¨®n de im¨¢genes de ni?os en situaciones sexuales en cine, fotograf¨ªa e im¨¢genes de ordenador, a?adiendo en su enunciado que tambi¨¦n se aplicar¨¢ a "la apariencia" de ese tipo de situaciones. Con esto, la ley se refiere tambi¨¦n al retocado de im¨¢genes, que es muy frecuente y cada vez m¨¢s f¨¢cil de hacer: si se coloca la cara de un ni?o sobre la de un adulto en una escena pornogr¨¢fica, tambi¨¦n se considerar¨¢ delito.
Esta nueva legislaci¨®n contempla penas de quince a?os de c¨¢rcel por la producci¨®n de pornograf¨ªa infantil, cinco a?os por posesi¨®n de este tipo de material y cadena perpetua para reincidentes. La regulaci¨®n del material "indecente" en Internet es otra batalla m¨¢s amplia, aunque relacionada.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos est¨¢ actualmente evaluando si debe anular la decisi¨®n de un tribunal de la ciudad de Filadelfia que, a su vez, hab¨ªa declarado inconstitucional una ley federal que prohib¨ªa el material obsceno en la red.
La definici¨®n de las fronteras de la obscenidad en Internet ha sido muy pol¨¦mica. Aunque la producci¨®n y transmisi¨®n de pornograf¨ªa infantil resulta por lo general mucho m¨¢s censurable para la opini¨®n p¨²blica que, por ejemplo, las fotos de la revista Playboy, muchos defensores de la libertad de expresi¨®n en Internet llegan al extremo de querer proteger incluso sus manifestaciones m¨¢s dudosas moralmente, pues se preguntan qui¨¦n pone los l¨ªmites y d¨®nde ha de hacerlo.
El servicio comercial privado Compuserve, basado en EE UU pero accesible en todo el mundo, intent¨® el a?o pasado prohibir en sus grupos de discusi¨®n la difusi¨®n de pornograf¨ªa infantil debido a una investigaci¨®n que se esta ba llevando a cabo en Alemania. Pero tuvieron que dar marcha atr¨¢s al reconocer que un gobierno nacional no puede legislar el ciberespacio.
Por su parte America Online tambi¨¦n proh¨ªbe, en teor¨ªa, la difusi¨®n de im¨¢genes de pedofilia; sin embargo, a trav¨¦s de este servicio se pueden obtener o distribuir en los grupos de discusi¨®n de manera an¨®nima.
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