Espa?a y Maastricht

Son gran mayor¨ªa los partidarios de que Espa?a est¨¦ con los primeros en la moneda ¨²nica, y se afirma que no hacerlo supondr¨ªa quedar apartados de la Europa rica y avanzada de la que siempre quisimos formar parte. Por eso, el Gobierno y todos los espa?oles, si bien unos m¨¢s que otros, hemos de apretarnos el cintur¨®n. Es posible que unos precios m¨¢s estables, as¨ª como un mayor equilibrio en las finanzas p¨²blicas, sean convenientes, con o sin Maastricht; pero debemos tener siempre presente que, tanto las prestaciones sociales como el nivel de empleo en Espa?a distan a¨²n mucho de los de nuestros vecino europeos, por lo que reducir dr¨¢sticamente el d¨¦ficit p¨²blico y comprometernos a mantener esa austeridad en el futuro (sin olvidar que el recurso a las privatizaciones y las congelaciones salariales no ser¨¢ posible de forma indefinida) es un lujo que no podemos permitirnos.As¨ª, no s¨®lo no conseguiremos acercarnos, sino que nos encontraremos cada vez m¨¢s lejos de los niveles de bienestar del resto de Europa; aunque, eso s¨ª, presumiremos de tener su misma moneda.-