La cardiolog¨ªa del siglo XXI
La gen¨¦tica, el xenotrasplante, la imagen y la inform¨¢tica revolucionar¨¢n las terapias
En el futuro, las cardiopat¨ªas constituir¨¢n un problema de salud p¨²blica prioritario; si los a?os noventa han sido consagrados al cerebro, el siglo pr¨®ximo lo estar¨¢ por entero al coraz¨®n. En efecto, a la cardiolog¨ªa le aguarda una avalancha de innovaciones y mejoras. En las primeras d¨¦cadas del siglo quedar¨¢ demostrado si el xenotrasplante (el trasplante de ¨®rganos de animales a humanos) es la soluci¨®n a la escasez de ¨®rganos. Con ese. fin hay compa?¨ªas anglosajonas criando cerdos transg¨¦nicos con tejidos parecidos a los humanos, confiando con ello en reducir la posible reacci¨®n de rechazo.Corazones de estos cerdos han sido colocados a monos y han funcionado bien por un lapso de dos meses; pronto se ensayar¨¢n con personas. Adem¨¢s de garantizar una vida normal a los trasplantados, el xenotrasplante deber¨¢ reducir a m¨ªnimos el riesgo de introducir en el organismo males desconocidos de origen animal.
En el campo del diagn¨®stico, las novedades se derivar¨¢n. del Proyecto Genoma Humano, cuyos mapas gen¨¦ticos ayudar¨¢n a precisar la predisposici¨®n individual a las cardiopat¨ªas. A dichas personas se les dar¨¢n brazaletes electr¨®nicos que medir¨¢n constantemente sus ritmos cardiaco y respiratorio y su tensi¨®n arterial; informaci¨®n que volcar¨¢n en la historia cl¨ªnica en cada visita al generalista. A su vez, la interpretaci¨®n de esos datos se beneficiar¨¢ del progreso en inform¨¢tica y matem¨¢tica no lineal: nuevos algorritmos revelar¨¢n irregularidades en el electrocardiograma imperceptibles actualmente, detect¨¢ndose las afecciones precozmente.
La cirug¨ªa cardiaca del ma?ana ser¨¢ much¨ªsimo menos invasiva: la mayor¨ªa de las operaciones se resolver¨¢ con incisiones en el t¨®rax de tres cent¨ªmetros, por donde se meter¨¢ el instrumental (c¨¢mara de v¨ªdeo, bistur¨ª, pinzas, etc¨¦tera). Potenciar¨¢n su precisi¨®n sistemas de imagen revolucionarios. Por ejemplo, una c¨¢mara infrarroja captar¨¢ las variaciones de temperatura en los diminutos vasos del coraz¨®n y su entormo, brindando un cuadro exacto de la irrigaci¨®n cardiaca.
Los datos de ¨¦ste y dem¨¢s sistemas de imagen ser¨¢n volcados por un ordenador en un modelo tridimensional del coraz¨®n, donde los tejidos y arterias, as¨ª como el que hacer del cirujano, ser¨¢n visibles en todos sus detalles a los m¨¦dicos y observadores. Asimismo, en las d¨¦cadas venideras se aclarar¨¢ la hip¨®tesis sobre el origen infeccioso de ciertas patolog¨ªas cardiacas, que culpa al citomegaloviras y a la bacteria clamydia pneumoniae del estrechamiento de las arterias.
Obesidad
De confirmarse las sospechas, la curaci¨®n de algunos males cardiacos ser¨¢ posible con antibi¨®ticos y antivirales. En el largo plazo, y coronando la serie de avances, es previsible un dominio de la ingenier¨ªa capaz de construir un coraz¨®n artificial muy superior en comodidad y eficacia a los aparatosos modelos actuales, que obligan al usuario a colgarse un arn¨¦s del torso. La miniaturizaci¨®n de componentes har¨¢ factibles bater¨ªas y bombas min¨²sculas, redundando en mayor autonom¨ªa para el portador. Por fin en la sociedad del ma?ana llegar¨¢ el d¨ªa en que la implantaci¨®n de un coraz¨®n electr¨®nico sea una rutina como hoy lo es la de una pr¨®tesis de cadera.El manejo futuro de las cardiopat¨ªas pasar¨¢ en buena parte por las medidas preventivas, en especial las referidas a la obesidad (un 20%-30% de la mortalidad por causas cardiacas se asocia al exceso de grasas). Parte de la lucha se librar¨¢ en los alimentos: la bioingenier¨ªa ya posibilita la producci¨®n de aceites sin colesterol y vegetales con grandes dosis de antioxidantes. El otro frente se centrar¨¢ en el control del mecanismo interno de la obesidad. De hecho, con Ja identificaci¨®n del gen OB -productor de la prote¨ªna reguladora del metabolismo de las grasas- se abre la posibilidad de atajar el mal en su ra¨ªz; posibilidad materializada con el principio activo xenical: inhibiendo la lipasa -sustancia encargada de asimilar las grasas en el intestino-, y combinado con una dieta, este f¨¢rmaco obtenido por ingenier¨ªa gen¨¦tica logra que el obeso pierda entre uno y dos kilos por mes (estudios recientes indican que la p¨¦rdida de peso en enfermos cardiacos baja la mortalidad en un 9%).
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