El marcador dignifica al Bar?a
Los azulgrana remontaron pero no apuntillaron al Estrella Roja
El Bar?a ataj¨® a tiempo un partido que se le escapaba de forma irremediable. A falta de juego y de Ronaldo, el plantel de Robson se agarr¨® a su car¨¢cter indomable y esp¨ªritu de supervivencia. Las condiciones de la contienda obligaban a mirar m¨¢s al marcador que al juego y el resultado fue notable.La primera media hora result¨® descorazonadora. La presencia del Bar?a qued¨® reducida al poder¨ªo f¨ªsico de Popescu. El rumano llen¨® la divisoria y se arrim¨® al balc¨®n del ¨¢rea contraria con entereza. El equipo, sin embargo, no tuvo l¨ªnea de pase. El suyo fue un f¨²tbol bravuc¨®n, de poco contenido, despojado. La pelota se enredaba en la pierna de los medios. No hab¨ªa quien tocara y menos quien abriera el juego por las bandas.
La inestabilidad barcelonista qued¨® reflejada en la primera contra clara del rival. Perdi¨® el sitio el equipo de Robson y el Estrella Roja marc¨® en su primera llegada. El gol se dibuj¨® desde que naci¨® en campo yugoslavo. El tanto, sin embargo, enrabiet¨® al Barcelona. El equipo se hinch¨® y, en dos minutos, arrambl¨® con el contrario. Giovanni le dio la vuelta a la contienda. Fue un ramalazo, un momento de rabia y de furia m¨¢s que de juego.
El Estrella Roja acus¨® el golpe. Es todav¨ªa un equipo joven, en formaci¨®n y, en consecuencia, tiene errores por no saber estar en la cancha. El suyo fue un pecado de juventud. El Bar?a, por contra, fue madurando el choque con oficio. La paciencia fue su mejor aliado. Abri¨® m¨¢s el campo y en la primera galopada neta de Luis Enrique por la banda, Figo puso el 3-1 en el marcador.
La sentencia la tuvo un cuarto de hora despu¨¦s Popescu con un penalti. El rumano, sin embargo, err¨® el lanzamiento y el choque se reabri¨® nuevamente para suerte del Estrella Roja. No hubo m¨¢s novedades. El equipo azulgrana reivindic¨® su buen nombre en ausencia de su l¨ªder: el Bar?a no s¨®lo es Ronaldo.
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