Una radiante tarde estival
Ronaldo asume el reto lanzado el s¨¢bado por Mijatovic y Suker
El Camp Nou asumi¨® el reto lanzado desde Chamart¨ªn. Uno por uno, el Bar?a fue devolviendo los seis goles que el Madrid (todos ellos con la participaci¨®n destacada de Mijatovic) le meti¨® a la Real y, una vez zanjada la cuesti¨®n de honor, dej¨® otros dos de propina, agradeciendo la servicialidad del Logro?¨¦s y tambi¨¦n la beneficiencia de un ¨¢rbitro que le limpi¨® el partido desde la arrancada hasta la parada.Ronaldo replic¨® a Mijatovic con un gol que cualquier hincha es capaz de dibujar sin necesidad de moviola, un gol de esos que no se explican sino que se visionan -un toque entre dos zagueros a dos metros de la l¨ªnea de gol, un escorzo, el portero de morros al suelo, pues siempre necesita tumbar al guardameta, y el remate limpio casi sin ¨¢ngulo- y Stoichkov quiso entrar en el debate con Suker mostrando su fiereza rematadora, mientras el bueno de Giovanni ofrec¨ªa un recital de regates y remates tan saludables como los de Ra¨²l.
No quiso ser menos tampoco el palco, y si en el Bernab¨¦u hay que acudir con corbata, al estadio hay que ir con esmoquin. Hasta Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, y Mario Zagalo, el seleccionador de Brasil, se dieron cita en el mirador del campo para ver a Ronaldo. Y la hinchada, tan feliz, le pidi¨® al t¨¦cnico brasile?o que no vuelva a llevarse a Ronaldinho a Teresina para que juegue un amistoso. Le necesita para liderar la Liga.
La grada se llen¨® de aficionados pidiendo ca?a. Quer¨ªan seis goles lo menos y le ofrecieron ocho de todas las facturas. Fue el quinto 8-0 de la historia en el Camp Nou. No se hab¨ªa visto nada igual desde 1962. El Logro?¨¦s sali¨® tan cargado como aquel a?o el Racing y en su d¨ªa el Celta, el Zaragoza y el Las Palmas.
La belleza del equipo de Robson est¨¢ en los goles m¨¢s que en el juego y toda su racionalidad descansa en los goleadores. Marca quien se supone que debe marcar. Ronaldinho lleva nueve y Stoichkov y Giovanni, cuatro cada uno. 17 sobre 29. La media de goles por partido (3,6) es tan escalofriante que no tiene precedentes en la historia azulgrana. Ni cuando jugaba Romario, ni Cruyff, ni Maradona. S¨®lo en la ¨¦poca de Evaristo, otro brasile?o, hubo tanta artiller¨ªa como ahora en que manda Ronaldo.
La vuelta del ariete al Camp Nou devolvi¨® los goles y, por primera vez en este curso liguero, mantuvo el equipo su meta a cero, pese a Couto. Ronaldo, que por si solo llevaba tantos goles como todo el equipo del Logro?¨¦s, no desperdici¨® ni uno solo de los balones que tramit¨®. Tard¨® 20 minutos en entrar en juego y, sin embargo, su primer remate -un cabezazo- fue una clara opci¨®n de gol. Una vez entrado en juego, ofreci¨® un muestrario ¨²nicamente exigible a un delantero centro brasile?o.
En la Liga de Ronaldo un par de futbolistas tratan de hacerse un hueco: Pedja Mijatovic y Davor Suker. Tardaron en aparecer (Suker, por ejemplo, no marc¨® su primer gol hasta la quinta jornada), pero ambos ya pisan fuerte. Y cosidos a ellos el Madrid se ha ido hacia arriba, aguantando el tren azulgrana.
La alternativa blanca
El delantero croata lleva cuatro encuentros consecutivos haciendo goles: uno al Oviedo, otro al Espanyol, uno m¨¢s al Racing y tres, el s¨¢bado, a la Real. Ya es el m¨¢ximo realizador de los blancos. Los poderes de Mijatovic son tambi¨¦n llamativos: lleva cinco goles (H¨¦rcules, Oviedo, Racing y dos a la Real). El s¨¢bado particip¨® en todos los tantos de su equipo (dos los marc¨®, en tres dio el ¨²ltimo pase y en el otro provoc¨® el penalti). Son la alternativa blanca al ronaldismo.
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