Triunfador, El Cuate

Enrique Espinosa, El Cuate, regres¨® de la cl¨ªnica a la plaza con el brazo derecho escayolado para recibir de manos de Alfonso Ram¨ªrez, El Calesero, la Oreja de Plata por su actuaci¨®n ante el bravo corniapretado novillo de Tequisqui¨¢pan.Hab¨ªa saludado a su adversario con valientes lances, pero con la franela ahog¨® la embestida. Al final de la faena lig¨® con aguante dos series de emotivos derechazos y mat¨® de un estoconazo. Al rodar el burel patas para arriba le asest¨® un palotazo a El Cuate y le fractur¨® el escafoides de la mano derecha.

Al que abri¨® plaza, C¨¦sar Casta?eda lo capote¨® con facilidad, pero por lo ¨¢spero del ejemplar de Xajay nada pudo hacer con la bayeta. A Domingo S¨¢nchez, El Mingo, le falta oficio. En su trabajo con el dif¨ªcil astado de Los Ebanos estuvo vulgar y a merced del bicho. Alfredo Guti¨¦rrez anduvo voluntarioso, pero no pudo con el claro animal de Tequisqui¨¢pan -aplaudido en el arrastre- que por su buen tranco merec¨ªa una extraordinaria faena.

Interesante el torerismo con que estructur¨® e interpret¨® series por abajo y ambos lados Alberto Huerta en la primera parte de su labor a un enemigo de Torrecilla que no transmit¨ªa. Desafortunadamente, sigue errando con el acero. Jos¨¦ Rub¨¦n S¨¢nchez, El Miura, se vio torpe y nervioso frente a un burel soso y sin recorrido de Celia Barbabosa y aburri¨® al respetable.

Al estar trasteando al d¨¦bil pero bello morlaco de Fernando de la Mora, Tom¨¢s Guti¨¦rrez se llev¨® una aparatosa voltereta y, hecho un jabato, volvi¨® al bovino para despacharlo. Aunque mostr¨® valor, tambi¨¦n demostr¨® desconocimiento del oficio. Fue conducido a la enfermer¨ªa, pues sufri¨® una contractura en la columna y se le tuvo que colocar un collar¨ªn.