Rojo advierte de que "es un error pensar que Espa?a est¨¢ ya en la UEM"

Luis ?ngel Rojo sugiri¨® ayer la fijaci¨®n de bandas anchas de fluctuaci¨®n del tipo de cambio entre el euro y las monedas que no se integren en la primera ronda, similares a las actuales (15%), en la clausura del seminario El desaf¨ªo del euro. Advirti¨® contra el optimismo de quienes dan por hecho que Espa?a entrar¨¢ en la UEM (Boyer y Recarte, por ejemplo) y advirti¨® que si la UEM nace "prendida con alfileres", existe el riesgo de que cuente con la oposici¨®n de los mercados.

El gobernador del Banco de Espa?a, Luis ?ngel Rojo, advirti¨® ayer de que "es un error Pensar que Espa?a estar¨¢ en la primera fase de la Uni¨®n Monetaria Europea hagamos lo que hagamos" en la clausura del seminario El desaf¨ªo del euro, organizado, por la Asociaci¨®n de T¨¦cnicos Comerciales y Economistas del Estado y patrocinado por Banesto. Rojo, alarmado quiz¨¢ por las declaraciones previas de Miguel Boyer y Alberto Recarte, (quienes dan por a Espa?a "por aprobada", desgran¨® los "elementos de tensi¨®n" que dificultan el acceso a la UEM.El primer factor es la aparici¨®n en varios pa¨ªses de la llamada contabilidad creativa, antes maquillaje presupuestario. Como la respuesta de las autoridades comunitarias a este tipo de contabilidad ha sido ambigua, los mercados entienden que entrar¨¢n muchos pa¨ªses; pero, dice Rojo, la posici¨®n alemana sigue siendo "que es m¨¢s importante el modo [riguroso] de entrar que la fecha". El gobernador insisti¨® en que -"la inversi¨®n pol¨ªtica en la UEM es tan elevada que dif¨ªcilmente se aplazar¨¢; pero si nace con deficiencias de credibilildad, existen riesgos graves de que sea recibida con desconfianza por los mercados".

Se refiri¨®, como segundo factor de endurecimiento, al llamado Pacto de Estabilidad, que regula las condiciones en que los pa¨ªses deber¨¢n mantener sus ajustes presupuestarios una vez dentro de la UEM y la relaci¨®n entre el grupo central y los pa¨ªses que no aprueben el examen. Rojo propuso mantener las actuales bandas de fluctuaci¨®n en el tipo de cambio, con l¨ªmites en el 15%, "porque las bandas estrechas favorecen la especulaci¨®n". En su opini¨®n, los pa¨ªses no aceptados deben mantener "acuerdos cooperativos firmes y claros, en especial sobre tipo de cambio" con los pa¨ªses centrales.

Previamente, los ex ministros de Econom¨ªa Miguel Boyer y Carlos Solchaga, el ex secretario de Estado de Econom¨ªa Manuel Conthe y el ex asesor de Adolfo Su¨¢rez Alberto Recarte debatieron su posici¨®n respecto a la UEM. Boyer explic¨® que Espa?a estar¨¢ en la UEM porque "el objetivo de deuda no lo cumple casi nadie y el de d¨¦ficit parece que va a cumplirse, gracias a las pr¨¢cticas de maquillaje en todos los pa¨ªses". Para Boyer, la UEM es la consecuencia de la obsesi¨®n fundamentalista de Alemania por la reevaluaci¨®n del marco; "no en vano", precis¨®, "el presidente del Bundesbank es un te¨®logo". En su opini¨®n, "ni la historia, ni la experiencia, ni nada de nada dice que deba haber moneda ¨²nica". Sostuvo que no se debe prescindir de la "flexibilidad del tipo de cambio" en el mercado y pidi¨® reformas estructurales para acometer la verdadera convergencia, en costes laborales y empleo. Boyer, en una segunda intervenci¨®n, explic¨® que "otro gallo nos hubiera cantado si la sociedad espa?ola hubiera estado dirigida por los jud¨ªos".

Solchaga repas¨® los argumentos en contra de la integraci¨®n e insisti¨® en que Espa?a debe entrar para reforzar los ajustes. Insisti¨® en que el verdadero problema es converger "aplicando una reducci¨®n transitoria del gasto", en alusi¨®n al Presupuesto 97. Recarte lament¨® que el principal problema de la econom¨ªa espa?ola, que es el paro, ya no se considere; para ¨¦l, la UEM no resuelve este problema, nada tiene que ver con la econom¨ªa, sino que es una decisi¨®n pol¨ªtica y pidi¨® que Espa?a lacometa las reformas estructurales -fiscal, laboral, de inversiones y de sector p¨²blico- antes de la integraci¨®n. Conthe, por fin, se?al¨® que la moneda ¨²nica no es esencial para el mercado interior ni para la unidad pol¨ªtica, sino para la integraci¨®n financiera.