Calder¨®n niega haber ordenado a tres subordinados que no cooperasen con Lia?o

El director del Cesid, el teniente general Javier Calder¨®n, neg¨® ayer ante el juez Javier G¨®mez de Lia?o haber ordenado a tres de sus subordinados que no colaborasen con el magistrado en sus investigaciones sobre el secuestro, torturas y asesinato de los presuntos etarras Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala. G¨®mez de Lia?o, que hab¨ªa citado a Calder¨®n para que aclarase si hab¨ªa firmado un documento que tres trabajadores del Cesid esgrimieron para negarse a declarar, decidi¨® mantener la condici¨®n de testigo al jefe del servicio secreto.

Tres personas adscritas a las secretar¨ªas del director del Cesid y de la Agrupaci¨®n Operativa se hab¨ªan negado a declarar como testigos ante G¨®mez de Lia?o los pasados d¨ªas 14 y 15 de este mes. Para justificar su negativa esgrimieron un papel firmado por Calder¨®n en el que les recordaba su obligaci¨®n de guardar secreto.El magistrado escuch¨® las explicaciones del actual director del Cesid durante una hora, y decidi¨® no modificar su condici¨®n de testigo. Calder¨®n afirm¨® que los tres miembros del Cesid le hab¨ªan preguntado sobre qu¨¦ actitud tomar cuando recibieron la citaci¨®n para declarar, y que ¨¦l se limit¨® a recordarles por escrito las prescripciones legales relativas a materias reservadas clasificadas que deb¨ªan tener presentes.

El director del Cesid, que vest¨ªa traje gris claro, lleg¨® en un Peugeot 605, tambi¨¦n de color gris, escoltado por cinco agentes de paisano. Como fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n dificultaban el paso de Calder¨®n hac¨ªa la puerta de la audiencia, los escoltas propinaron varios empujones y tiraron al suelo a una redactora gr¨¢fica, si bien con posterioridad pidieron disculpas por su contundencia.

Nada m¨¢s subir a la primera planta de la Audiencia Nacional, donde se encuentra el Juzgado Central n¨²mero 1, del que G¨®mez de Lia?o es titular, Calder¨®n pregunt¨® irritado: "?Qui¨¦n ha dado la orden de que yo no entre por el garaje?". El nuevo jefe de seguridad de la Audiencia, Eduardo Mu?iz, respondi¨®: "Se?or, son ¨®rdenes del juez". A lo que el responsable de los esp¨ªas espa?oles apostill¨®: "?Joder!". Este episodio, sin embargo, no empa?¨® el clima de cortes¨ªa en el que discurri¨® el acto judicial.En el exterior, mientras tanto, los fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n abuchearon a Mu?iz por las nuevas medidas para limitar el acceso de los medios gr¨¢ficos en las puertas del edificio de la Audiencia Nacional. Los informadores corearon repetidamente al paso del jefe de seguridad: "represor", y "dictadura militar en la Audiencia Nacional".

Calder¨®n deber¨¢ comparecer esta ma?ana, pero en calidad de imputado, ante el juez Baltasar Garz¨®n por haberse negado a revelar detalles sobre la identidad de cinco agentes del Cesid, que supuestamente participaron en la llamada Operaci¨®n Mengele -supuesta experimentaci¨®n de una droga con mendigos- y a los que s¨®lo se conoce por sus alias. Estos nombres claves son: Losada, Ure?a, Porto, Don Emilio y Zarca. Garz¨®n considera al general imputado en un supuesto delito de encubrimiento.