El alcalde de Torrej¨®n desoye la sentencia del Tribunal Superior que le obliga a convocar una moci¨®n de censura

Juli¨¢n L¨®pez, del PP, alcalde de Torrej¨®n de Ardoz (88.200 habitantes), no cumplir¨¢ la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que le obliga a convocar una moci¨®n de censura. La recurrir¨¢ en el Tribunal Supremo. Se convierte as¨ª en el primer regidor de este mandato -en el anterior hubo cuatro, todos del PP- que se niega a deba tir una moci¨®n de censura, a pe sar de haber sido condenado por los tribunales. L¨®pez, seg¨²n la oposici¨®n, ha cometido la primera alcaldada del cuatrienio (impedir votar a un concejal en una moci¨®n de censura o simplemente no convocarla). El PSOE exige ya explicaciones a la directiva re gional del PP sobre el asunto.Esta fallida moci¨®n de censura fue interpuesta por la oposici¨®n, PSOE e IU, en agosto de 1995. El alcalde se neg¨® a debatirla con el argumento de que conten¨ªa "defectos de forma". En realidad, lo que ocurri¨® fue que de las 13 firmas necesarias para interponerla s¨®lo se presentaron por error 12 en el registro. A los pocos d¨ªas, los ediles de la izquierda subsanaron su error. Presentaron las 13 firmas y una nueva moci¨®n de censura. Pero ya era tarde. El regidor se hab¨ªa atrincherado. L¨®pez rechaz¨® tambi¨¦n esta segunda moci¨®n con el argumento de que no se pod¨ªan poner dos en un mismo mandato.

Correctamente planteada

La oposici¨®n le llev¨® a los tribunales. Ahora los jueces han desmontado las argumentaciones de L¨®pez. Consideran que "la moci¨®n de censura fue correctamente planteada, incumpliendo el alcalde, consciente y voluntariamente, la obligaci¨®n legal de convocar el pleno". Y contin¨²an: "La secci¨®n [octava del Tribunal Superior] entiende que la prohibici¨®n de suscribir m¨¢s de una moci¨®n de censura, a que alude [el alcalde], ha de entenderse referida a una moci¨®n de censura que haya sido votada, no a mociones que no hayan dado al correspondiente debate".

Sin embargo, ahora, y tras la condena judicial, L¨®pez se sigue negando al debate. Su nueva argumentaci¨®n es que en la sentencia "se han infringido importantes garant¨ªas y tr¨¢mites procesales". El alcalde, que es abogado, a?ade: "En el proceso [que le condena] ha habido indefensi¨®n del equipo de gobierno y se han infringido normas procesales". Lo justifica de la siguiente manera: el pasado 3 de octubre L¨®pez recibi¨® una providencia [resoluci¨®n anterior al fallo] donde se indicaba que los jueces hab¨ªan rechazado llamar a declarar a nuevos testigos, tal y como propon¨ªan los abogados del Ayuntamiento. El Tribunal consideraba que esos nuevos testimonios eran "irrelevantes". "Y ah¨ª est¨¢ el quid de la cuesti¨®n", dice el alcalde. "La providencia era del d¨ªa 3, mientras que la sentencia es del d¨ªa 2. Es decir, estaba todo firmado antes de que pudi¨¦semos alegar. Hubo indefensi¨®n", dice.

Los grupos de la oposici¨®n se echaron ayer las manos a la cabeza. Francisco Garc¨ªa Lorca, portavoz, socialista, afirma que L¨®pez "no respira democracia". "Hasta ahora nos hemos callado, pero lo que est¨¢ haciendo no tiene justificaci¨®n. Su actitud es incalificable". El regidor replica: "La sentencia no es firme por lo que la ley me permite recurrirla". El recurso que interpondr¨¢ paralizar¨¢ durante meses, o quiz¨¢s a?os, la moci¨®n de censura.

El fallo Judicial termina: "El acto impugnado [la moci¨®n de censura] vulnera el derecho fundamental del concejal recurrente [Garc¨ªa Lorca] a participar en los asuntos p¨²blicos, reconocido por la Constituci¨®n, y, en consecuencia, ordenamos el inmediato restablecido del derecho".