Los acusados de asesinar a dos taxistas ofrecen versiones contradictorias
El asesinato de dos taxistas en Madrid la madrugada del 21 de noviembre de 1994, perpetrados en menos (le una hora en dos lugares de Lavapi¨¦s, comenz¨® a enjuiciarse ayer en la Audiencia de Madrid. Los cr¨ªmenes de Federico Garc¨ªa Nogal, de 48 a?os, y Felipe Garc¨ªa Fern¨¢ndez, de 51, casados y con hijos, desat¨® las iras del gremio del taxi. Aquel suceso provoc¨® que miles de taxistas bloquearan la ciudad para exigir mayor protecci¨®n. Los presuntos asesinos (el marroqu¨ª Rachid Moufraj, de 25 a?os, y el argelino Adeslan Kayat, de 31) ofrecieron testimonios contradictorios.
S¨®lo Moufraj admiti¨® haber estado la noche del 21 de noviembre en ambos taxis y presencia do c¨®mo su acompa?ante disparaba a bocajarro en las cabezas de ambos conductores. Kayat, en cambio, lo neg¨® todo. "Ni estuve con ¨¦l ni tuve nada que ver con lo de los taxistas", asever¨®. Una radio, un reloj, una ri?onera y poco m¨¢s de 6.000 pesetas fue el bot¨ªn de la rapi?a.Un total de 128 a?os de c¨¢rcel pide el fiscal para los procesados. A Rachid le imputa dos delitos de robo con homicidio y otro de tenencia il¨ªcita de armas, y demanda para ¨¦l 65 a?os de cautiverio; dos m¨¢s que para Kayat, a pesar de que el fiscal considera que ¨¦ste fue el ejecutor de los disparos. Los aboga dos de la acusaci¨®n piden penas muy superiores, y las defensas, la absoluci¨®n.
En lo ¨²nico que coincidieron Rachid y Kayat es en que se conoc¨ªan desde hac¨ªa meses y en que el segundo surt¨ªa de droga al primero para venderla en la plaza de Santa Ana. Y en que aquella noche estuvieron juntos en el pub Balandros (calle de Santa Mar¨ªa de la Cabeza). En lo dem¨¢s sus versiones fueron opuestas. Rachid asegur¨® que vio a Kayat sobre las 10 de la noche en Balandros. Y que, tras tomas unas copas, decidieron ir a la vivienda donde Kayat, junto con otros dos inmigrantes, resid¨ªa. El motivo, "coger droga". Pararon un taxi poco antes de las doce de la noche (el de Felipe Garc¨ªa, la primera v¨ªctima, casado y con tres hijos) y pidieron al conductor que les trasladase a la calle de Roda, en la que se ubicaba el domicilio de su acompa?ante. A la altura de la calle de Pe?a de Francia, Kayat pidi¨® al taxista que se detuviese. "Ante mi sorpresa", explic¨® Rachid, le dispar¨®. ?l seg¨²n su relato, se qued¨® at¨®nito, mientras su compa?ero robaba al taxista.
Luego, corriendo, llegaron al piso de la calle de Rodas. Una vez all¨ª, Rachid, siempre seg¨²n su versi¨®n, recrimin¨® a Kayat su acci¨®n y se cambio de ropa, manchada de sangre. "No sab¨ªa que llevase una pistola; la sac¨® de pronto Y dispar¨®", se?al¨®. En el coche no se encontr¨® la recaudaci¨®n.
Segundo crimen
Tras la discusi¨®n, salieron de nuevo a la calle y tomaron algunas copas m¨¢s en otro local. Hacia la una de la madrugada detuvieron otro taxi, el de Federico Garc¨ªa, padre de dos hijos. "Y pas¨® lo mismo", apunt¨® Rachid. "Le dijo al conductor que parase [en la calle de Sombrerer¨ªa] y le dispar¨® en la cabeza". En esta ocasi¨®n, Rachid admite que, por indicaci¨®n de Kayat, sustrajo 3.000 pesetas de la recaudaci¨®n del taxista. "Si la primera vez fue una sorpresa para usted, ?por qu¨¦ volvi¨® a subirse a otro taxi con ¨¦l?", inquiri¨® el fiscal. "No sab¨ªa que hab¨ªa salido otra vez con la pistola. Cuando est¨¢bamos en la casa le dije que la dejase all¨ª". Rachid se escud¨®, adem¨¢s, en "las drogas y el alcohol" que hab¨ªa consumido para explicar su conducta. Tras el segundo crimen volvieron a verse en el domicilio de la calle de Rodas, donde, seg¨²n Rachid, volvi¨® a pedirle explicaciones.
La versi¨®n de Kayat es diferente. Afirma que aquella noche vio a Rachid dos veces: en el pub, sobre las diez de la noche, y en su casa, sobre las tres de la madrugada. "Vino para darme dinero", se?al¨®. Horas antes, en el pub, le dije que si quer¨ªa m¨¢s droga "ten¨ªa que pagarme". En ese tiempo "yo no estuve con ¨¦l, ni tuve nada que ver con los taxistas", zanj¨®.
El tribunal oir¨¢ hoy testimonios cruciales
El juicio contra los presuntos autores del doble crimen de los taxistas proseguir¨¢ hoy. Entre otros testigos, declarar¨¢n un hombre y una mujer que compart¨ªan con Adeslam Kayat el piso de la calle de Roda. El fiscal se basa en la versi¨®n de estas dos personas -que se despertaron a ra¨ªz de la discusi¨®n que Rachid y Kayat mantuvieron en la casa tras el segundo crimen- para imputar al segundo la autor¨ªa de los disparos. Oyeron a Kayat, seg¨²n fuentes de ambas partes, inculparse de los disparos y decirle a Rachid, ante las recriminaciones de ¨¦ste, que "daba igual matar a un espa?ol que a dos".Los abogados de la familia de las v¨ªctimas, Jos¨¦ Miguel Ayll¨®n y Vicente Mart¨ªn, no albergan dudas de que ambos son autores del doble crimen.
Aparte del testimonio de la citada pareja y de la confesi¨®n de Rachid, la polic¨ªa ha hallado "pelusa de uno de los taxis en la ropa de Kayat", seg¨²n Ayll¨®n. Las huellas de Rachid s¨ª est¨¢n en los dos taxis, pero no las de Kayat. Lourdes Alboreca, letrada de Kayat, se?al¨® que su defendido dice la verdad y es inocente. "Rachid le inculpa porque coincidi¨® con ¨¦l en los juzgados y porque cree que, al ser dos, tiene menos responsabilidad". Alicia Moreno, la abogada del despacho de Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, que defiende a Rachid, considera que en la intervenci¨®n de su cliente influyeron las "drogas y el alcohol".
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