Lamazares rescata en 33 pinturas la esencia del "deteriorado" paisaje gallego

"A pesar de esta degeneraci¨®n de Galicia" se lamenta Ant¨®n Lamazares en referencia a "la mala, la horrorosa construcci¨®n, y el deterioro de los bosques" la naturaleza de esta zona de Espa?a "sigue siendo brutal, riqu¨ªsima en atributos". Y esa esencia de carballos, hortensias, casta?ales, rosas y terrenos de arar aparece en una serie de 33 piezas titulada Gracias do lugar que hoy se inaugura en Madrid en la galer¨ªa Gamarra (Doctor Fourquet, 10).

Lamazares, de 42 a?os, naci¨® en las cercan¨ªas de Lal¨ªn (Pontevedra). "Mi aldea se llama Maceira, tierra de manzanos", explica frente a uno de los cuadros. "Y en toda la buena poes¨ªa china siempre aparece un vaso de vino, la flor del manzano o del cerezo".Lamazares, que lleva la cabeza afeitada y viste una chaqueta de tela dura de estilo oriental, describe lentamente sus piezas: en una surge la idea de un r¨ªo y sus m¨¢rgenes de minifundio, con una estivada (campo de trigo o de centeno) en medio de toda la vegetaci¨®n; en otra a parece un gran prado "con sus ritmos diversos", y una zona de azul que representa a las hortensias, "una de las flores que m¨¢s me gustan porque componen muy bien en Galicia con la piedra"; en una tercera obra hay un campo de rosas, y en otra un campo de patatas en flor, "con las patatas sulfatadas y todo", precisa Lamazares, cuya picard¨ªa y sentido del humor se dejan caer con frecuencia en las explicaciones.

El pintor realiz¨® antes del verano un d¨ªptico de motivos vegetales por encargo del Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo. Ah¨ª comenz¨® su reencuentro con el paisaje de su infancia. Desde hac¨ªa 20 a?os no hab¨ªa pasado en su tierra cuatro meses seguidos y hubo cosas de la cultura profunda que se le despertaron all¨ª mientras pintaba las 33 piezas de Gracias do lugar, subtituladas Eidos de Bama y Eidos de Rosal¨ªa: "Retom¨¦ la mirada que yo ten¨ªa de ni?o de mi tierra: estar sentado durante horas mirando c¨®mo se mueven las hojas de los casti?eiros, con esa mirada h¨²meda de vaca y esa luz de Galicia mojada, gris, de seda. Desde peque?o siempre estuve fascinado por la naturaleza mojada, las hojas, la tierra, y me imagino que utilizo barnices haciendo un homenaje a estos accidentes".Pinturas industriales, barnices y anilinas sobre cart¨®n son los materiales de estas piezas en las que Lamazares trata de captar la atm¨®sfera de Galicia. Es una recreaci¨®n idealizada, porque el pintor es consciente de "la p¨¦rdida de cosas fundamentales de nuestro paisaje", entre ellas la tala de ¨¢rboles frutales y "las horrorosas construcciones" un grave problema "de orden cultural y de nuevos ricos sobre el que habr¨ªa que tomar medidas. Desde los ayuntamientos, desde el p¨²lpito hasta la escuela, habr¨ªa que dar la batalla en este campo, porque una construcci¨®n horrorosa afecta al paisaje, y eso nos afecta a todos".

Lamazares hace un llamamiento de respeto al lugar, a los campos y montes. Y a?ade un himno a los porrales: "En 25 metros cuadrados tienes lechugas, patatas, ma¨ªz, coles, nabos, en fin, tantas cosas... una variedad que es riqu¨ªsima al ojo".