Pujol expondr¨¢ una lista de agravios a Aznar en su entrevista del jueves

Las relaciones entre PP y CiU pasan por el peor momento desde la formaci¨®n del Gobierno. Fuentes de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CIU) se?alaron ayer que el deterioro en las relaciones con el Ejecutivo es m¨¢s profundo de lo que parece, y Pujol no oculta en privado su desenga?o. Pese a ese diagn¨®stico pesimista, las instrucciones de Pujol a sus colaboradores es que esta crisis no trascienda a la opini¨®n p¨²blica, porque CiU est¨¢ atrapada por diversas circunstancias y su campo de maniobra es muy peque?a. Los nacionalistas no tienen m¨¢s remedio que seguir manteniendo su apoyo al Gobierno pero preparan un aviso parlamentario al Gobierno en fecha pr¨®xima.

Si la semana pasada fueron los impuestos especiales, hace 15 d¨ªas fue la decisi¨®n de que Endesa lanzase una OPA sobre Sevillana de Electricidad y Fecsa. Pujol no fue informado previamente. El pasado viernes, durante una reuni¨®n no anunciada del comit¨¦ de enlace de CiU, Pujol expres¨® fuertes cr¨ªticas al ministro de Industria, el catal¨¢n Josep Piqu¨¦, de quien esperaba que, aunque no milite en la coalici¨®n, hiciera de puente entre Madrid y Barcelona.Durante ese comit¨¦ de enlace se prepar¨® la reni¨®n que el jueves mantendr¨¢n en la Moncloa Aznar y Pujol, a propuesta del primero y en teor¨ªa para hablar de la OTAN. Pujol acudir¨¢ a la Moncloa con la intenci¨®n de exponer a Aznar sus quejas. Sin embargo, procurar¨¢ no dejar traslucir su enfado cuando comparezca luego ante los periodistas. El presidente catal¨¢n no har¨¢ declaraciones que reflejen una confrontaci¨®n, seg¨²n un colaborador de Pujol, aunque quiz¨¢ s¨ª traslade una imagen de frialdad.

El conflicto en tomo a la cesi¨®n de los impuestos especiales -obtenido por el PNV para Euskadi pocos meses despu¨¦s de que el Gobierno los negara para la Generalitat alegando dificultades t¨¦cnicas insolubles- es la gota que ha desbordado el vaso. "Pero el vaso ya estaba lleno", se?alaron fuentes cercanas al presidente catal¨¢n.

Pujol ha dicho que pedir¨¢ los impuestos, especiales (alcohol, tabaco y carburantes) antes de que en el 2001 caduque el nuevo sistema de financiaci¨®n, pero no inmediatamente. Todo indica que lo plantear¨¢ en primavera, cuando empiece a hablarse con el Gobierno de los Presupuestos para 1998.

Las quejas de CiU no se limitan a la pol¨ªtica auton¨®mica del Gobierno, sino que se extienden a la acci¨®n pol¨ªtica en general. Los nacionalistas, adem¨¢s, est¨¢n pendientes de la mejora en la financiaci¨®n de la sanidad y la aceptaci¨®n de enmiendas de CiU a los Presupuestos para incrementar la inversi¨®n p¨²blica en Catalu?a.

Circunstancias adversas

Los nacionalistas se consideran atrapados por las circunstancias. No es s¨®lo que la ley proh¨ªba que se celebren elecciones antes de que se cumpla un a?o de las anteriores. Pesa m¨¢s en Pujol la necesidad de cumplir con los criterios de Maastricht, que impide cualquier ruptura.Adem¨¢s, CDC, el partido de Pujol, inaugura el viernes d¨ªa 8 su X Congreso y sus dirigentes necesitan presentar un balance como m¨ªnimo aceptable de los pactos con el PP para que una militancia refractaria a los populares no salga del c¨®nclave con una sensaci¨®n de frustraci¨®n. Pero tampoco pueden presentar un balance triunfalista, sobre todo despu¨¦s de la incomodidad que han provocado las concesiones fiscales del Gobierno a PNV. Medios de CDC insisten en que influye tambi¨¦n negativamente en las relaciones con el PP la poca qu¨ªmica entre Pujol y Aznar, en comparaci¨®n con la que exist¨ªa con Felipe Gonz¨¢lez.

Tanto Converg¨¨ncia como Uni¨® evitaron ayer, entrar en confrontaci¨®n con las declaraciones del portavoz parlamentario del PNV, I?aki Anasagasti. Pujol se?al¨® en Tarragona: "No quiero entrar en una guerra de declaraciones y contradeclaraciones; si con alguien tengo que hablar de este tema es con el Gobierno central y el PP". Y puntualiz¨® que la posici¨®n de la Generalitat no va contra nadie ni cuestiona el techo de ninguna, autonom¨ªa, informa . S¨®lo Joan Rigol (UDC) replic¨®. Atribuy¨® la pol¨¦mica a una posici¨®n personal de Anasagasti, quien, "por lo que parece, no ha abandonado el trabuco".