Gobierno y PNV pactaron un nuevo texto del Concierto vasco en secreto por miedo a la reacci¨®n de Pujol

El texto articulado de la ley modificadora del Concierto Econ¨®mico vasco ha originado el mayor revuelo entre comunidades que se re cuerda, desde la Ley Org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (LOAPA), en 1981. La negociaci¨®n que el PP y PNV cerraron en la madrugada del 30 de abril para asegurar la investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar implicaba un acuerdo sobre la renovaci¨®n del Concierto Econ¨®mico vasco muy abierto, sometido a revisi¨®n. Esa revisi¨®n, cerrada en la madrugada del pasado 23 de octubre, ha oiginado una cadena de agraviados: la Generalitat catalana, las comunidades lim¨ªtrofes a la vasca y las gobernadas por el PSOE, descontentas con el nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica de r¨¦gimen com¨²n.

Ni el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, ni el vicepresidente del Gobierno vasco Juan Jos¨¦ Ibarretxe, pensaban en la madrugada del d¨ªa 23 de octubre, cuando firmaron el texto del articulado de la reforma del Concierto vasco -una modificaci¨®n no reconocida oficialmente- el revuelo que iba a armar.La negociaci¨®n se llev¨® en secreto. Tanto, que sus portavoces no reconocieron que lo pactado era n¨¢d¨¢ menos que el texto articulado que reforma el Concierto vasco y que entrar¨¢ en vigor el 1 de enero.

?Por qu¨¦ tanto secreto? Sobre todo, por temor a la reacci¨®n de CiU. La coalici¨®n que lidera Jordi Pujol vive una paradoja: aunque son sus votos lo qu¨¦ precisa el Gobierno de Aznar en el Parlamento y no los del PNV, al estar sometidos a un r¨¦gimen com¨²n de financiaci¨®n obtienen menos soberan¨ªa, recaudatoria que el Gobierno vasco, que junto con Navarra se acoge al r¨¦gimen foral. El sentimiento de agravio de CiU oblig¨® a que en abril la negociaci¨®n del PP con el PNV se aplazara hasta cerrar el pacto con los nacionalistas catalanes

Costa e Ibarretxe se cre¨ªan amparados por la raz¨®n de la historia. El Pa¨ªs Vasco tiene Concierto Econ¨®mico -capacidad de recaudar sus impuestos y ceder un cupo al Estado por las cargas generales- desde hace 120 a?os-con el par¨¦ntesis de la dictadura, que lo aboli¨® en Vizcaya y Guip¨²zcoa- y fue reconocido por la Constituci¨®n en 1978. El propio Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez los renov¨® al introducir el IVA en el Concierto en 1986.

El acuerdo del 30 de abril, cerrado entre el PP y PNV para asegurar la investidura de Aznar, reconoc¨ªa en t¨¦rminos gen¨¦ricos que el Gobierno vasco pasar¨ªa a recaudar los impuestos especiales tras su desaparici¨®n como monopolios del Estado, as¨ª como los impuestos de no residentes, y tendr¨ªa capacidad normativa sobre el 100% del IRPF. Adem¨¢s, el PNV obtuvo, el compromiso del Gobierno de que levantar¨ªa los recursos contra el impuesto de. sociedades.

Pero el, acuerdo gen¨¦rico quedaba, pendiente de ser atado. Arzalluz y Ardanza anunciaron a Aznar, hace un mes, que deb¨ªa rematarse antes de la votaci¨®n de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. El PNV decidir¨ªa su posici¨®n en funci¨®n del resultado de la negociaci¨®n. Que el pacto de abril no era preciso lo demuestra la necesidad de que deb¨ªa ser el propio Aznar quien lo impulsase, porque la letra estaba sujeta a interpretaciones t¨¦cnicas que pod¨ªan dejarlo en papel, mojado. Aznar deb¨ªa implicarse si quer¨ªa una relaci¨®n pol¨ªtica estable con el PNV.

El revuelo posterior tiene tres frentes, aunque dos de ellos empiezan a replegarse. Por un lado el diputado de CiU Josep L¨®pez de, Lerma abre la caja de los truenos al se?alar que los nacionalistas catalanes, con muchos m¨¢s votos que el PNV, consigue menos. Adem¨¢s, L¨®pez de Lerma recuerda que solicitaron la recaudaci¨®n de los impuestos especiales y que mientras el PNV los ha conseguido, ellos no. El Gobierno y el PNV les replican que la cesi¨®n de los impuestos especiales no estaba recogida en los pactos de abril, y que la potestad vasca procede de su r¨¦gimen especial. CiU promete un gesto de protesta.

Tambi¨¦n se calman los ¨¢nimos de las comunidades lim¨ªtrofes con el Pais Vasco, que han obtenido la garant¨ªa del Gobierno de que tendr¨¢n la misma capacidad normativa en el impuesto de sociedades que la vasca. Queda, por ¨²ltimo, el malestar de la Junta andaluza, gobernada por los socialistas y sometida al r¨¦gimen com¨²n, que pidi¨® tambi¨¦n la recaudaci¨®n de los impuestos especiales y le fue rechazada por el Gobierno "por dificultades t¨¦cnicas".