Muere en Par¨ªs a los 90 a?os el director de cine Marcel Carn¨¦
Con Jacques Pr¨¦vert puso de moda el 'realismo po¨¦tico'
Marcel Carn¨¦ o la Francia so?ada, ese pa¨ªs repleto de obreros radical-socialistas que protestan siempre pero acaban regalando horas para ayudar a los huelguistas vecinos, que beben demasiado pero luego se arrepienten, que se proclaman revolucionarios pero aspiran a una casita con jard¨ªn. Marcel Carn¨¦, que puso en im¨¢genes esa Francia de di¨¢logos ingeniosos y ambientes canallas en los que los vagabundos eran fil¨®sofos y las tabernas academias, muri¨® ayer a los 90 a?os en un hospital cerca de Par¨ªs.
Para fabricar ese universo tiernamente desesperado Carn¨¦ cont¨® con dos c¨®mplices b¨¢sicos: el escritor Jacques Pr¨¦vert y el decorador Alexander Trauner. El resultado de la cooperaci¨®n de este tr¨ªo se defini¨® como "realismo po¨¦tico" y se materializ¨® en una serie de obras maestras: Dr?le de drame (1937), Quai des brumes (1938), H?tel du Nord (1938), Le jour se l¨¦ve (1939), Les visiteurs du soir (1942), Les enfants du paradis (1943-44), Les portes de la nuit (1946).
Carn¨¦, nacido en Par¨ªs en 1906, muy pronto hu¨¦rfano de madre y con un padre ebanista, trabaja primero como recadero, luego para una compa?¨ªa de seguros y poco m¨¢s tarde debuta como periodista tras ganar un Concurso. Jacques Feyder le contratar¨¢ como ayudante de direcci¨®n y en 1929 realiza un cortometraje. Su primer largo, Jeny (1936), es un melodrama escrito por el tambi¨¦n debutante Pr¨¦vert.
Enamorado de Par¨ªs, del music hall, del teatro y de los chicos surgidos de ambientes suburbiales, el cine de Carn¨¦ ha logrado que hoy algunas de sus localizaciones parisinas -reconstruidas en estudio- hayan sido declaradas monumento nacional. El canal Saint Martin y su hotel du Nord siguen existiendo porque existen en la pantalla, porque su imitaci¨®n les ha devuelto a la vida. Durante la ocupaci¨®n alemana, el gobierno de Vichy consider¨® sus pel¨ªculas "desmoralizadoras" y Carn¨¦-Pr¨¦vert se refugiaron en el g¨¦nero fant¨¢stico, mientras Trauner, de origen jud¨ªo, hac¨ªa los decorados con seud¨®nimo y se ocultaba gracias a sus amigos.
En 1990, Les enfants du paradis fue escogida por 600 profesionales como la mejor pel¨ªcula francesa del siglo. Se trata de una evocaci¨®n hist¨®rica de los personajes del llamado bulevar del crimen, en el que se entremezclan asesinos poetas, amores imposibles, prostitutas con coraz¨®n de oro, actrices ambiciosas y mimos et¨¦reos, El filme, que primero tuvo dificultades debido a la evidente aunque silenciada colaboraci¨®n de Trauner, tuvo luego que rodarse de nuevo en parte porque uno de los protagonistas era Le Vigan, un excelente actor que fue depurado por sus simpat¨ªas pronazis.
En 1993, a los 88 a?os, inici¨® el rodaje de Mouche, basada en Maupassant, que hubo que interrumpir debido a la desconfianza de los inversores del Cr¨¦dit Lyonnais: "Me sent¨ª deprimido, es cierto. Angustiado, con miedo a encontrarme de nuevo en un plat¨®. Pero a los dos d¨ªas ya todo iba mejor, el trabajo me animaba, pero los banqueros no quisieron que continuase". Cuando la profesi¨®n celebr¨® sus 90 a?os, Carn¨¦, en el discurso de agradecimiento, no pudo evitar admitir, mientras cog¨ªa de la mano a Michelle Morgan: "No conozco a casi nadie a mi alrededor. Mis amigos han muerto".
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