M¨¢s de un centenar de personas mueren en Brasil al estrellarse un avi¨®n sobre un barrio de Sao Paulo
Un avi¨®n con 96 personas -90 pasajeros y seis tripulantes- a bordo se estrell¨® ayer, provocando la muerte de todos sus ocupantes y la destrucci¨®n de tres manzanas de casas en plena ciudad de Sao Paulo, en el distrito de Parque Jabaquara, dos minutos despu¨¦s de haber despegado del aeropuerto nacional de Congonhas. "Esto parece una zona de guerra, es como si aqu¨ª hubiera ca¨ªdo una bomba" comentaba un vecino, espantado ante la escena dantesca de decenas de cad¨¢veres esparcidos por la calle, casas y coches destruidos y restos del avi¨®n por todas partes.
Poco despu¨¦s de estrellarse el avi¨®n sobre S¨¢o Paulo, el vicepresidente de la empresa a¨¦rea Tam, la segunda mayor en vuelos regionales de Brasil y propietaria del avi¨®n, Luis Eduardo Falco, inform¨® que no hab¨ªa sobrevivientes entre los 90 pasajeros y los seis tripulantes del ultramoderno avi¨®n Fokker 100 de fabricaci¨®n holandesa, totalmente computarizado y con capacidad para 112 plazas.La televisi¨®n dijo que los bomberos hab¨ªan extra¨ªdo 97 cad¨¢veres de entre los escombros de las casas y que los cuerpos fueron depositados, cubiertos por bolsas de pl¨¢stico negro, sobre una acera aleda?a. "Partes del avi¨®n cayeron sobre mi techo y en mi traspatio. O¨ªmos un gran ruido y luego las ventanas y los vidrios comenzaron a volar por todo el lugar", dijo Eusa da Silva, un ama de casa. "Corrimos hacia fuera y todos los vecinos estaban gritando. Nadie sab¨ªa qu¨¦ pasaba", agreg¨®. Rodrigo Carreiro, de 19 a?os, dijo que condujo hasta el lugar del desastre porque en la nave viajaban un primo y dos amigos, a quienes ¨¦l acababa de dejar en el aeropuerto. "Les rogu¨¦ que se quedaran porque esta noche hab¨ªa una fiesta en Sao Paulo. No puedo creer que haya pasado esto", declar¨®.
En el Parque Jabaquara, un testigo dijo que la aeronave arroj¨® un chorro de combustible hacia tierra segundos antes de estrellarse y que el l¨ªquido empap¨® a un hombre, quien muri¨® luego, abrasado por las llamas. Hasta ¨²ltima hora de la tarde de ayer no se hab¨ªa informado sobre la suerte de los habitantes de las casas destruidas por el avi¨®n. Pero, al menos, est¨¢n confirmados ocho muertos en tierra. Algunas fuentes, citadas por Efe, elevan esta cifra a 22.
Es el tercer accidente de importancia de una aerol¨ªnea comercial en lo que va del mes en Am¨¦rica del Sur y el segundo, en menos de 10 d¨ªas, en el que un avi¨®n se estrella sobre una zona residencial poblada. El anterior sucedi¨® en Ecuador.Coca¨ªna a bordo
Tres horas despu¨¦s del accidente del vuelo 404 se anunci¨® el hallazgo de las dos cajas negras del avi¨®n. Una de ellas contiene los datos del despegue y la otra los de los escasos minutos de vuelo. Los equipos de rescate encontraron tambi¨¦n entre los restos de la cabina del aparato un cargamento de casi cuatro kilos de coca¨ªna. La polic¨ªa declin¨® hacer m¨¢s comentarios sobre este hallazgo.
Durante todo el d¨ªa los hospitales de la regi¨®n recibieron un total de 98 heridos. Mucha gente se agolpaba a la puerta de los hospitales en busca de familiares o para donar sangre en los puestos de emergencia que se abrieron con ese motivo.Hasta ayer noche no hab¨ªa ninguna hip¨®tesis oficial sobre las causas del accidente. Sin embargo, un mec¨¢nico que estaba en la pista en el momento del despegue observ¨® que uno de los deflectores se abri¨® cuando el avi¨®n levantaba vuelo. Explic¨® que el deflector es un motor de frenado, por lo que, de acuerdo con esta hip¨®tesis, uno de los motores habr¨ªa impulsado el avi¨®n hacia adelante mientras el otro lo hac¨ªa hacia atr¨¢s.
Un coronel de aviaci¨®n dijo que los dos motores del avi¨®n habr¨ªan dejado de funcionar por una obstrucci¨®n o por un fallo del ordenador que controla el flujo de carburante.El presidente Fernando Henrique Cardoso interrumpi¨® una reuni¨®n con uno de sus ministros para presentarse, visiblemente emocionado, ante las c¨¢maras de televisi¨®n y lamentar la tragedia, expresar su solidaridad con las familias de las v¨ªctimas y prometer una rigurosa investigaci¨®n para aclarar lo ocurrido.
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