Una subvenci¨®n anual de 225.000 millones para 24.000 empleos

La pol¨ªtica sobre el carb¨®n es uno de los grandes problemas energ¨¦ticos y econ¨®micos, quiz¨¢ el mayor. Espa?a produce en tomo a 18 millones de toneladas de carb¨®n al a?o, de las cuales aproximadamente 5 millones proceden de explotaciones a cielo abierto. El problema de fondo, que carece de soluci¨®n industrial y econ¨®mica, radica en que el carb¨®n nacional es, en t¨¦rminos generales, de mucha peor calidad que el carb¨®n importado y tambi¨¦n mucho m¨¢s caro. Dicho en cifras, se entiende casi todo: cada tonelada de carb¨®n importado (a pie de central) cuesta 6.000 pesetas; cada tonelada de carb¨®n nacional cuesta entre 8.000 pesetas (el m¨¢s barato de extraer, a cielo abierto) y 35.000 pesetas. Las cifras son del ministro de Industria, Josep Piqu¨¦, facilitadas en su comparecencia ante la Comisi¨®n de Industria del Congreso el mi¨¦rcoles 30 de octubre.Este es el origen del problema. El problema (tambi¨¦n seg¨²n Piqu¨¦) es un sector que ocupa a unos 24.000 trabajadores y requiere unas subvenciones anuales (directas e indirectas) de unos 225.000 millones de pesetas (esa es la cifra que figura en los Presupuestos de 1.997 para estos menesteres). Adem¨¢s, para espanto de los defensores del mercado, el carb¨®n es el ¨²ltimo reducto del intervencionismo m¨¢s descamado. El Estado, fija los precios, las cantidades que se producen y, en buena parte, el destino de la producci¨®n. Para ser exactos, el Gobierno determina los cupos de producci¨®n y qu¨¦ cantidad de cada explotaci¨®n se destina a combustible de cada central el¨¦ctrica.

Recorte progresivo

Como casi siempre, hay de todo en la miner¨ªa del carb¨®n en Espa?a, incluido empresas rentables. Sobre todo est¨¢ Hunosa, el paradigma de empresa p¨²blica con p¨¦rdidas, que es algo m¨¢s que una empresa. El sistema de reducci¨®n paulatina de ayudas y la adecuada direcci¨®n de los cupos implicar¨¢ probablemente el descenso en la producci¨®n de Hunosa y el Pierre de las explotaciones excedentarias a cuant¨ªas de subvenci¨®n descendentes. Adem¨¢s, el recorte de ayudas asignar¨¢ parte de las producciones de Hunosa -que ya tiene dificultades para producir los cupos asignados- a otras empresas que son rentables y pueden hacer frente a la producci¨®n.

Existe la voluntad pol¨ªtica de reducir Hunosa hasta un n¨²cleo de rentabilidad. Tambi¨¦n lo intentaron gobiernos anteriores y se enfrentaron a protestas muy espesas; al final, se Firm¨® un nuevo contrato programa. Y no hubo nada m¨¢s. En esta ocasi¨®n, el contrato puede ser el ¨²nico.