Un jard¨ªn entre tumbas

Miles de flores y personas inundaron ayer los camposantos madrile?os. Mientras el centro de la ciudad parec¨ªa un desierto, los cementerios se llenaron por unas horas de vida. Un primaveral d¨ªa de oto?o contribuy¨® a que miles de ciudadanos -algunos incluso s¨®lo para pasear- se acercaran a visitar las tumbas de familiares y amigos. A media tarde los grandes cementerios -sobre todo el de la Almudena y Carabanchel- empezaron a despejarse. Detr¨¢s quedaba un reguero de claveles, margaritas y rosas, que convirti¨® en aut¨¦nticos jardines los kil¨®metros de grises l¨¢pidas."Estamos en pie desde las ocho de la ma?ana. Primero hemos visitado a nuestros padres en el cementerio de Vic¨¢lvaro y luego hemos venido al cementerio civil, donde est¨¢n una cu?ada y dos hermanos. Todos comunistas, como nosotras. Terminaremos en la Almudena". Gumersinda y Jesusa visitaron ayer ocho tumbas. Cargadas de flores y entre l¨¢grimas y risas -"disfrutamos llorando"-, las dos mujeres, hermanas de 64 y 74 a?os, repiten cada a?o el recorrido. "por nada fallar¨ªamos a los nuestros".

En el cementerio civil, las tumbas de Pablo Iglesias, Pasionaria, Pi y Margall y Nicol¨¢s Salmer¨®n estaban cubiertas de flores. Incluso una l¨¢pida en japon¨¦s, varias en hebreo y otra con el epitafio "Nada hay despu¨¦s de la muerte" ten¨ªan la huella de alg¨²n visitante. Enfrente, en la cat¨®lica Almudena, una monta?a de claveles en el pante¨®n de Lola Flores y su hijo Antonio dejaba claro qui¨¦n es la m¨¢s popular del camposanto.

Pr¨ªncipes rusos

Pero el ruido tambi¨¦n lleg¨® a los peque?os cementerios. En la calle del Comandante Font¨¢nez, el sacramental Brit¨¢nico fue un singular punto de encuentro. "No hay otro jard¨ªn como ¨¦ste en Madrid", afirma Jos¨¦ Luis, de 34 a?os, "Lo descubr¨ª hoy hace 14 a?os. Casualmente, enterraban a esta mujer, Milena Levitz, y desde entonces vengo cada 1 de noviembre y se lo ense?o a alg¨²n amigo. Aqu¨ª hay pr¨ªncipes rusos, arist¨®cratas rumanos, familias jud¨ªas... Leyendo estas l¨¢pidas se te ocurren mil historias".

"Nos encantan los cementerios y ¨¦ste es, con el de San Lorenzo, el m¨¢s bonito de Madrid", asegura otra joven pareja que eligi¨® pasear por el camposanto brit¨¢nico. "Es un jard¨ªn maravilloso". En una de las l¨¢pidas, cubierta de hojas secas, se lee: "Nicol¨¢s Witold. Conde (¨²ltimo en la l¨ªnea) Zawadowski Miklaszewski".