?Qu¨¦ fue de la revoluci¨®n conservadora?
En noviembre de 1994, una desmoralizada Administraci¨®n dem¨®crata ve¨ªa c¨®mo el Partido Republicano capitalizaba el descontento de los votantes contra la clase pol¨ªtica en las elecciones legislativas y consegu¨ªa la mayor¨ªa en las dos C¨¢maras, una situaci¨®n que no se hab¨ªa conocido en los ¨²ltimos 40 a?os. Un triunfante Newt Gingrich, motor de lo que se llam¨® "revoluci¨®n conservadora", convirti¨® el programa del Contrato con Am¨¦rica en bandera ganadora y tom¨® posesi¨®n como presidente de la C¨¢mara de Representantes.
?Qu¨¦ ha pasado entre 1994 y 1996? ?Qu¨¦ ha ocurrido para que uno de los peores enemigos de Bob Dole haya sido la actuaci¨®n de un Congreso de mayor¨ªa republicana? En el entusiasmo de su victoria de 1994, los revolucionarios creyeron haber recibido un mandato de los electores para poner patas arriba el sistema pol¨ªtico, para reducir al m¨ªnimo el Estado y para recortar el gasto p¨²blico y los impuestos, pero se equivocaron. La revoluci¨®n pas¨® a ser una revuelta cuyo radicalismo permiti¨® que Clinton ocupara el centro pol¨ªtico. De esta forma, la Casa Blanca apareci¨® ante los norteamericanos como ¨²ltima garant¨ªa de que un Congreso arrebatado por la fiebre de los recortes no iba a eliminar los programas de sanidad para ancianos y pobres, las ayudas educativas y la legislaci¨®n sobre medio ambiente.
El debate del presupuesto
El momento clave lleg¨® con el pulso entre el Congreso y la Casa Blanca por el presupuesto de 1996. Frente a los dr¨¢sticos recortes propuestos por los republicanos, Clinton present¨® su plan, que consegu¨ªa reducir el d¨¦ficit y que aceptaba el reto del presupuesto equilibrado para el 2002, pero que limitaba los recortes. Lleg¨® el choque: la ausencia de presupuestos provoc¨® el cierre de la Administraci¨®n a finales de 1995 y principios de 1996. La burocracia se par¨® durante semanas; la opini¨®n p¨²blica asumi¨® que Clinton defend¨ªa los intereses de las clases medias y ech¨® la culpa del cierre a la intransigencia de los republicanos. Newt Gingrich pas¨® a ser el pol¨ªtico m¨¢s impopular de EE UU.Ah¨ª se consagr¨® el Clinton moderado frente al Congreso que se iba a los extremos: en ese momento sent¨® el presidente las bases de su campa?a electoral de 1996. Poco despu¨¦s, Clinton acab¨® de reinventarse distanci¨¢ndose del modelo tradicional dem¨®crata, abraz¨® varias causas populares de matriz republicana, como la dureza en la lucha contra la criminalidad, y adopt¨® decisiones de estadista internacional como el env¨ªo de las tropas a Bosnia y la habitual firmeza frente a Irak. Fue la puntilla: adi¨®s la revoluci¨®n; bienvenida la reforma. Y para reformistas, ?qui¨¦n mejor que Clinton?
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