Clinton vuelve a "su" Little Rock para celebrar la victoria
El presidente aguarda en la ciudad en que empez¨® su carrera ser el primer dem¨®crata reelegido desde Roosevelt
Se?oras y se?ores, aqu¨ª est¨¢ de nuevo con todos ustedes The Comeback Kid, el tenaz e indestructible Bill Clinton, el pol¨ªtico con cara de muchacho que siempre vuelve al ring con nuevas energ¨ªas cuando se le daba por muerto y enterrado. Aqu¨ª lo tienen de nuevo, en Little Rock, dispuesto a vivir una noche de triunfo como aquella del 3 de noviembre de 1992, en la que en la capital de Arkansas son¨® hasta el alba el tema de Fleetwood Mac Don't stop thinkin' about tomorrow (No dejes de pensar en el ma?ana). Damas y caballeros, Little Rock se apresta a celebrar esta noche el muy probable milagro de la reelecci¨®n de Clinton para el puesto pol¨ªtico m¨¢s importante del planeta.?Milagro? S¨ª para aquellos que entonaron el r¨¦quiem de Clinton hace apenas dos a?os, cuando la mayor¨ªa del electorado norteamericano le di¨® un monumental pu?etazo en la nariz y llev¨® al Congreso una mayor¨ªa republicana. Pero no para sus amigos de Little Rock, que, en los 16 a?os que pas¨® en la ciudad, 12 como gobernador de Arkansas, le vieron regresar incontables veces del pozo del fracaso y el descr¨¦dito.
"Nunca tuve la menor duda de que Clinton llegar¨ªa de nuevo en posici¨®n de fuerza al d¨ªa de la elecci¨®n presidencial: ¨¦l siempre ha aprendido de sus errores; su principal virtud es que sabe escuchar, entiende los mensajes, comprende enseguida qu¨¦ es lo que quiere el pueblo". Quien esto afirma, Nick Rule, es gerente adjunto de Doe's Eat Place, uno de los lugares claves de la geograf¨ªa clintoniana de Little Rock. Este local, donde el gobernador ven¨ªa a tomar inmensos y tiernos filetes con patatas fritas y donde el presidente recala en cada uno de sus regresos a Little Rock, no tiene nada de un restaurante de lujo. Su suelo, de lin¨®leo ajedrezado, parece leproso; los ventiladores que cuelgan del techo no logran disipar el humo y el olor a grasa frita; los manteles son de pl¨¢stico, y los fusiles de caza que, junto a numerosas fotos dedicadas de la pareja presidencial, cuelgan de los muros necesitan una buena limpieza. Pero la modestia, la simp¨¢tica informalidad, la m¨²sica country y la cocina sabrosa y alta en colesterol del Doe's Eat Place resumen el esp¨ªritu de este Estado pobre, rural y entre sudista y del Oeste donde, en un villorio llamado Hope (Esperanza), naci¨® hu¨¦rfano de padre, The Comeback Kid.
Little Rock -182.274 habitantes en el caso urbano, m¨¢s 63.994 en sus suburbios septentrionales- no es precisamente uno de esos lugares que uno escoger¨ªa para pasar un fin de se mana. Uno viene tan s¨®lo porque aqu¨ª va a votar Clinton y aqu¨ª piensa celebrar su posible conversi¨®n en el primer presidente dem¨®crata de Estados Unidos que conquista la reelecci¨®n desde los tiempos de Franklin D. Roosevelt, hace m¨¢s de medio siglo. Pero si no, ni loco. En estas profundidades de Estados Unidos, de tantas ciudades destartaladas y desangeladas, Little Rock ocupa uno de los primeros lugares en la lista de falta de inter¨¦s.
Tan es as¨ª que la Oficina de Turismo ofrece como principal atracci¨®n del lugar la geograf¨ªa clintoniana, a la que ha dedicado un completo folleto con textos, fotos y mapas. All¨ª est¨¢n el 5419 de L Stret, la modesta vivienda unifamiliar comprada en 1977 por Bill y Hillary Clinton; el neocl¨¢sico Capitolio de Arkansas, donde Clinton tuvo su despacho de gobernador; la iglesia baptista Immanuel, donde Clinton iba a rezar; el bufete Rose Law, donde trabaj¨® Hillary, y la Vieja Casa del Estado, donde el 3 de octubre de 1991, al anunciar su candidatura a la presidencia, Clinton dijo: "Tuve en Georgetown un profesor que me ense?¨® que Estados Unidos era el pa¨ªs m¨¢s grande de la Historia porque su pueblo cre¨ªa en dos ideas sencillas y actuaba en consecuencia: en primer lugar, el porvenir puede ser mejor que el presente; en segundo, cada cual tiene la responsabilidad personal y moral de actuar para que as¨ª sea".
Como en 1992, Clinton, si las urnas confirman la victoria anunciada por los sondeos, pronunciar¨¢ esta noche su discurso de aceptaci¨®n en la Vieja Casa del Estado. All¨ª segu¨ªan afan¨¢ndose ayer numerosos trabajadores en la colocaci¨®n de podios, altavoces y barreras, y por all¨ª deambulaban ya numerosos agentes del servicio secreto, con sus inconfudibles trajes oscuros y carrachitos en las orejas. Al lado, en el Centro de Convenciones, instalaban sus reales m¨¢s de 2.000 periodistas, mientras que se preparaba en el Riverfront Amphitheater el concierto p¨²blico de country y rock en el que participar¨¢n Tony Bennet, Kathy Mattea, Nicolette Larson y Stephen Stills, y, en los hoteles del poblach¨®n, dirigentes y militantes dem¨®cratas de Little Rock y Washington preparaban fiestas privadas para la familia presidencial, la de Al Gore, la mitad del Gobierno y actores como Jane Seymour y Michael Keaton. Jim Dailey, el alcalde dem¨®crata, calculaba que, en la calle o al abrigo, m¨¢s de 50.000 personas participar¨¢n esta noche en los festejos.
Judi Cox, una joven de California instalada en Little Rock para trabajar en una de esas peque?as empresas de servicios inform¨¢ticos que florecen en EE UU, anunciaba que, como la mayor¨ªa de las gentes de Arkansas, iba a votar por Clinton. "Es joven, es seductor, tiene un mont¨®n de ideas concretas y se preocupa por la gente", dec¨ªa. Cox rechazaba de plano juzgar a Clinton por su car¨¢cter. "Al presidente hay que juzgarle por lo que hace en la Casa Blanca, el resto es sup¨¦rfluo".
Si Clinton triunfa hoy, Estados Unidos puede haber entrado en una nueva fase de madurez pol¨ªtica. El comentario de Judi Cox refleja una actitud que se generaliza en todo el pa¨ªs. Un sondeo efectuado por Gallup el pasado fin de semana para USA Today y CNN revela que "los electores prefieren la capacidad al car¨¢cter, la efectividad a la ideolog¨ªa", y que buscan "un l¨ªder que sin ser un modelo de virtud consiga que el Gobierno trabaje para ellos". Si los norteamericanos prefieren hoy la figura del hermano mayor con todos los defectos de la familia que encarna Clinton a la del padre ejemplar y moralizante de Bob Dole, esta noche, se?oras y se?ores, habr¨¢ una gran fiesta en Little Rock.
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