'Cra-ving'y adi¨®s
Joan Sutherland, esa gran diva de la ¨®pera, estuvo unos ocho a?os retir¨¢ndose. "?Eterna!" le gritaban los mel¨®manos desde el gallinero del Coven Garden con la que cre¨ªan su ¨²ltima Lucrecia Borgia..., pero volvi¨® dos a?os m¨¢s tarde a decir adi¨®s con una Sor Angelica inolvidable. Eso es as¨ª casi siempre. Los grandes artistas lo merecen y Nacho Duato es un gran bailar¨ªn que comienza ese ritual. Nureyev, por ejemplo, se retir¨® definitivamente unas seis veces, Mak¨¢rova dedic¨® siete a?os y cuatro continentes a despedirse de las tablas, y los manager,y de Alicia Alonso usan desde hace 20 a?os el anzuelo de "¨¦sta s¨ª es la ¨²ltima oportunidad de verla". Todo eso tiene su l¨®gica y su aplauso justificado: al retirarse una estrella se le despoja de su cola de fuego, de su estela magn¨ªfica. Se le desnuda de su ¨²nico y verdadero ropaje: la strada imaginaria del escenario.El desnudo es muy importante en la carrera esc¨¦nica de Duato (es hoy buena fecha para recapitular sobre su pasado). As¨ª empez¨® la fama de su belleza en Madrid, cuando apenas era un adolescente venido de provincias a la academia de Carmen Senra y a un teatro comercial donde, quitaba el hipo del mojigato p¨²blico de aquellos a?os. Con un desnudo tambi¨¦n triunf¨® en su paso de un a?o por Estocolmo (la coreograria, era de Luc Bouy para el Cullberg Ballet) y con un elegante desnudo fotogr¨¢ficodesde la portada de El Pa¨ªs Semanal se comienza a retirar ahora.
Compa?¨ªa Nacional de Danza
Primer programa: Petite mor: Jiri Kilian / W. A. Mozart; Herman Schumerman: William Forsythe / Tom Willems; Tabulae: Nacho Duato / Alberto Iglesias. Festival de Oto?o. Teatro de La Zarzuela, Madrid. 8 de noviembre.
Pero a¨²n m¨¢s importante es el otro desnudo, el moral, al que el artista se aboca por s¨ª mismo dejando la escena inoportunamente. Nacho Duato es fundamentalmente bailar¨ªn: ¨¦se es su fuerte y a¨²n ¨¦l es fuerte sobre la escena. No merece el p¨²blico que le adora (y que si pudiera tambi¨¦n le gritar¨ªa "?Eterno!") o¨ªr ahora precisamente el postrer canto de un hermoso cisne que tiene intacto su plumaje, su garbo, su vuelo. Nacho sobrevuela a todos no por la estatura, que tambi¨¦n, sino por haber sido uno de los m¨¢s personales bailarines europeos de su generaci¨®n dentro del ballet moderno. Su fuga del mundo falsario de telones y candilejas no est¨¢ justificada en lo que ata?e a la danza misma. ?Los bailarines maduros tienen tanto que decir!.
Los actos de su despedida han comenzado con un programa p¨¢lido. Un gran Kilian, un Forsythe mal ensayado y, peor bailado y un Duato que responde a su formato eclecticista y donde apareci¨® ¨¦l mismo en el papel solista. Eso era lo que realmente importaba. Hubo dos ausencias notables y que se notan: Catherine Allard y Tony Fabre.
En cierto sentido Herman Schmerman es tambi¨¦n un balletpaella (y que esto no se entienda como despectivo): un plato muy s~zonado en el que caben cosas muy diversas aunadas en un sabor ¨²nico por el tino del cocinero; la pieza trata sutilmente sobre la oscura relaci¨®n del artista y las drogas, pero esta vez es el craving postrero, el ansia o mono elegante capaz de inspirar hasta cierta literatura. Al retirarse Nacho Duato tambi¨¦n provocar¨¢ cierta ansia, un vac¨ªo, un deseo de seguirle donde vaya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.