"El odio une tanto como el amor"
Pobre coraz¨®n, el libro de Rosa Reg¨¢s presentado ayer en Madrid y reci¨¦n publicado por la editorial Destino, es "una novela en forma de cuentos". "En mi primer libro, Memoria de Almator, los temas del coraz¨®n estaban orillados", dice Rosa Reg¨¢s. "En Azul", la novela que mereci¨® el Nadal 1994, "tienen m¨¢s importancia. La tercera quer¨ªa que fuera una novela de amor. Pobre coraz¨®n result¨® ser un libro de cuentos, unificados por el t¨ªtulo y por el tema de los sentimientos".Pobre coraz¨®n cuenta nueve historias de nueve amores muy peculiares, historias escritas con conciencia de unidad, "seg¨²n un esquema; siempre hago un esquema previo, y en este sentido su concepci¨®n es paralela a la de una novela". Un libro en el que ha trabajado durante los dos ¨²ltimos a?os y que resulta ser como un collage del coraz¨®n: un collage en el que "el odio aglutina tanto como el amor", en el que los amores son una especie de mediaci¨®n entre dos universos, el de lo real y el de lo imaginario. Pobre coraz¨®n es un Ebro amargo, en el que pesa m¨¢s la monoton¨ªa del odio minucioso y dom¨¦stico, o el amor desesperadamente callado e imposible, es decir, la frustraci¨®n amorosa que puede llevar, como en uno de los cuentos m¨¢s hermosos del libro, a la misma muerte.
"Todos ellos est¨¢n inspirados en alg¨²n hecho de la vida real", dice Reg¨¢s. Una anciana que no habla desde que era ni?a, un viejo al que el amor y los celos le llevan a morir, un fugaz amor desigual en un tren. La memoria, el rencor, la soledad profunda de la gente y la defensa fundamental, que son los sue?os: las enso?aciones, las fantas¨ªas, esa segunda realidad que se superpone a la realidad cotidiana, presidida por la soledad y el miedo.
Mirada desnuda
De la realidad, la ficci¨®n: "Eso es la fabulaci¨®n", dice Reg¨¢s. "No s¨¦ en qu¨¦ consiste la diferencia entre realidad y ficci¨®n. S¨¦ que escribir es lo mejor que me ha Ocurrido en la vida. A veces miro a la gente y pienso c¨®mo podr¨¢ vivir sin esto. Es lo m¨¢s dif¨ªcil y lo m¨¢s hermoso que hay, y creo que tiene que ver con mirar tu vida de manera desnuda. No sabes c¨®mo se produce la historia pero es tan real, tan real..."
"De hecho, son significativas las historias que no est¨¢n y que son tres: una, que empez¨® a crecer y cuando me di cuenta ten¨ªa 80 folios, as¨ª que la dej¨¦ a un lado para ver por d¨®nde va. Otra, titulada La chaqueta de Armani, era demasiado optimista y demasiado autobiogr¨¢fica: contaba la historia de cierta chaqueta comprada para el Premio Nadal, y todo lo que ocurri¨® antes y despu¨¦s... Y por fin, el titulado Adi¨®s a mis muertos, en el que una mujer o un hombre, no lo s¨¦ bien, se encierra en una relaci¨®n con su pareja muerta hasta que llega el momento en que se da cuenta de que no es posible seguir y decide despedirse de ellos, de sus muertos. Como es mi propia historia, porque tengo tantos, tantos amigos muertos, que no he podido escribirla todav¨ªa. Ah¨ª est¨¢ pendiente".
Los tiempos de los cuentos var¨ªan, y los espacios, pero en una buena mayor¨ªa est¨¢ presente la posguerra espa?ola. "Era una ¨¦poca muy literaria, y tenemos que escribirla", dice. Muchas de las mujeres que est¨¢n en estos cuentos lloran. "Las mujeres", dice Rosa Reg¨¢s, "siempre lloran. Yo lloro mucho. Hasta viendo la televisi¨®n. Niega que el llanto sea la fuerza de los d¨¦biles: "No, no. La fuerza de los d¨¦biles es la queja, no el llanto, y si miras bien a estos personajes, no se quejan. Lloran, que es la se?al del sufrimiento". En su caso, enseguida se ve que el llanto no es se?al de falta de fuerza. Si ha escrito cuentos es porque "me era m¨¢s f¨¢cil compatibilizarlo con mi trabajo en la direcci¨®n de la Casa de Am¨¦rica". Y con los art¨ªculos, y con los proyectos: ahora, empezar a dirigir una colecci¨®n de lo que llama "manuales aclaratorios", "que responden", dice, "a lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos 20 a?os con una serie de ideolog¨ªas, de conceptos, de instituciones.... y que estar¨¢n escritos por los protagonistas de estos 20 a?os. Por ejemplo, Felipe Gonz¨¢lez ha escrito sobre el socialismo y Roca sobre los nacionalismos".
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