Travesia bosque oscuro
Quien no sabe qui¨¦n es, de qui¨¦n es, y no lo est¨¢ averiguando es amn¨¦sico, ya est¨¢ muerto, es el Fantasma que camina o es un alma en pena. Manuel Rivas lo sabe porque tiene los pies en la tierra y la tierra guarda los muertos que no se ha llevado el mar, y esos muertos hablan y cuando hay silencio su voz te sube por las piernas y los puedes o¨ªr y si t¨² quieres te dicen qui¨¦n eres: el que sobrevive a los que ya vivieron.Manuel a veces calza botas para andar fuera y no mojarse aunque llueva, y con sus botas pisa los caminos, que ahora est¨¢n cementados, de su barrio que fue aldea hasta hace tres d¨ªas. Manolo sabe que esa aldea fue levantada sobre un castro celta, el Castro de Elvi?a, y sabe que en esa loma que est¨¢ un poco m¨¢s adelante muri¨® el general ingl¨¦s Moore. Y all¨¢ adelante est¨¢ su ciudad, y el mar, que es grande como un oc¨¦ano. Manolo se moja vi¨¦ndolo todo y sabe que nada de todo ello es la verdad y sabe que todo es cierto, los celtas, los ingleses, la ciudad, el monte, la aldea. Porque Manuel Rivas deja que todo le hable. Por eso es algo distra¨ªdo, se queda a veces mirando para otro lado, as¨ª como escuchando.
Hoy bastante gente piensa que la literatura es como el hilo musical, palabras melosas al o¨ªdo que nos separen de las turbulencias de la vida. No est¨¢ mal, todo hace falta, tambi¨¦n esas fugas como de opi¨¢ceo, ?qui¨¦n no las tiene o qui¨¦n no las quiere? Y as¨ª cunden libros de prosa elegante que cuentan historias nimias de gentes sin problemas, los problemas del tedio.
Pero hay otros modos de entender la literatura, por ejemplo como una particular b¨²squeda de verdad. Oh, s¨ª, ya s¨¦, ?qu¨¦ quiero decir con eso de la verdad y todo eso?, ning¨²n escritor sabe explicarlo muy bien pero cualquier escritor de verdad es lo suficiente est¨²pido para creer en ello. Hay quien hace esta busca a cabezazos, tropezando consigo mismo y embarr¨¢ndose, y hay quien parece caminar con el paso seguro de un ni?o que atravesase el bosque oscuro guiado de alguna voz que le fuese indicando el paso exacto. Manolo es de estos. Por eso al leerlo nos entra como un repel¨²s al encontrar esa inocencia casi como natural. Pero esa inocencia fuerte no es ingenua, por eso est¨¢ te?ida de melancol¨ªa, de la gravedad de los buenos.
Es cierto, el escritor Manuel Rivas es vulnerable porque cree que lo natural es la inocencia, por eso tambi¨¦n es tan recio, porque como autor siempre pens¨® que lo natural es buscar la pureza. ?l dice con naturalidad de las cosas primeras y originales, historias de una muchacha que llora, un- hombre que acude al entierro de su madre, una mujer cuece pan, un ni?o se duerme delante del televisor, el viento hoy sopla fuerte... Cuando el paisaje en que vivimos es el ruido sin significado est¨¢ muy bien que alguien premie la poderosa y humilde voz de este gaiteiro libertario.
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