Mu?eco

Busco capitalista para montar un negocio que har¨¢ de m¨ª y los m¨ªos prepotentes potentados. No se trata de meterse en asuntos turbios ni de estafar a Hacienda; ni siquiera pretendo blanquear dineros procedentes del narcotr¨¢fico. S¨®lo quiero comercializar un mu?eco de mi invenci¨®n, peque?o, manejable e impertinente, que atender¨¢ al nombre de Josemari. Pap¨¢ Noel y los Reyes Magos de Oriente se encargar¨¢n de distribuirlo y arrasar el mundo.Es un mu?eco peque?o, modesto; un mu?eco normal, honrado, con un proyecto para Espa?a y tremenda confianza en s¨ª mismo. Josemari de Famosa o Josemari de Feber contar¨¢ con un motorcillo modelo castellano Antonio Machado -facci¨®n "envuelto en sus andrajos, desprecia cuanto ignora"- escondido en la parte del cr¨¢neo, all¨¢ donde habitualmente se aloja el cerebro, que se activar¨¢ mediante tirones de bigote. Un tir¨®n y: "Ten¨ªamos, un problema y ya no lo tenemos, je, je". Dos tirones: "Je, je, me equivoqu¨¦". Tres tirones: "Hombre, no querr¨¢ usted que me haga comunista a estas alturas. Je, je". En fin, muy aparente tanto para el consumo del mercado interior como para su uso desmedido en pasarelas for¨¢neas.

Personalmente, creo que alcanzar¨ªa gran ¨¦xito en los foros mundiales si lo visti¨¦ramos con su trajecito de Don Juli¨¢n en La verbena de la Paloma y cantara "Pichi es el chulo que castiga" levantando ambas manos y formando con sus dedines sendas "V' de victoria. Digo yo que, adem¨¢s, nos ahorrar¨ªa la verg¨¹enza de tener que mandar al aut¨¦ntico.

En definitiva, que me encuentro disponible, con mi invento bajo el brazo, y decidida a demostrar la de oportunidades para enriquecerse que pueden brotar ante uno en cuanto se deja inspirar por la realidad y sus numerosos alicientes. Augh.