Geograf¨ªa e incompetencia
Alguien deber¨ªa explicarles geograf¨ªa a los estrategas de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional. El H¨¦rcules con algunos kilos de ayuda humanitaria y cinco cooperantes dispuestos a pasarse unas horas en Kinshasa y que Espa?a envi¨® hace dos semanas a la capital de Zaire, uno de los Estados m¨¢s corruptos, violentos y enfangados del mundo, no sirvi¨® un ¨¢pice para lo que abiertamente se pretend¨ªa: ayudar al m¨¢s de un mill¨®n de refugiados ruandeses.Hubiera resultado mucho m¨¢s eficaz que la ayuda hubiera utilizado, por ejemplo, la ruta de Helsinki. Porque era m¨¢s f¨¢cil que esas mercanc¨ªas alcanzaran su destino viajando desde Finlandia que recorriendo la insalvable distancia de 1.500 kil¨®metros de selva, tropa y administradores envilecidos que hay entre Kinshasa y su provincia de Kivu.
Otra faceta de la propaganda pol¨ªtica sobre un fondo de refugiados hambrientos y cat¨¢strofe invisible la ofreci¨® el embajador de Espa?a en Dar es Salam, la capital tanzana, Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz Pastor. Ah¨ª s¨ª acertaron los estrategas humanitarios de Madrid: mejor enviar al embajador en Tanzania para ocuparse del este de Zaire que al propio embajador acreditado en Kinshasa. Paradojas de la geopol¨ªtica.
Desde que se conociera la muerte de cuatro misioneros espa?oles en Bukavu, la capital de Kivu Sur, el embajador Sanz Pastor no ha puesto los pies en el puente de tablas que salva la Rusizi y comunica Ruanda y Burundi. Las informaciones de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica y de Radio Exterior que daban cuenta de los esfuerzos del diplom¨¢tico en la frontera eran falsas. Sirvan en su descargo las palabras de un companero marista de los asesinados: "Vale m¨¢s preocuparse de rescatar a los vivos que a lo muertos". Las tareas condujeron al embajador, curiosamente, al extremo norte del lago Kivu, donde s¨ª pudo dejarse retratar por las c¨¢maras de TVE en el momento en que abrazaba a una monja llegada del infierno del otro lado.
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