Un timo mal visto

Era el estafador sin rostro. O al menos eso les parec¨ªa a sus v¨ªctimas, los vendedores de la ONCE a los que Peyman R. N., de 26 a?os, tim¨® en 160 ocasiones con el truco del cambiazo. El estafador compraba los cupones con billetes sin valor de pa¨ªses suramericanos. Los invidentes, dado que ese dinero era de tama?o parecido al espa?ol, no se percataban del enga?o. Le entregaban el cup¨®n y el cambio. Con este m¨¦todo, Peyman R. N. lleg¨® a estafar en siete meses cinco millones de pesetas en los distritos de Centro, Chamart¨ªn, Retiro y Moncloa. Las denuncias de los invidentes se amontonaban en las comisar¨ªas. Todas contaban lo mismo,pero ninguna daba una descripci¨®n del timador. Para los invidentes no era m¨¢s que una voz una mano esquiva. ?Qu¨¦ hacer? La comisa a de Retiro vio la soluci¨®n: hacerse pasar por ciegos. El jueves por la tarde, Peyman lleg¨® al puesto de la calle de Alberto Aguilera. Solt¨® un billete sur americano parecido al de mil pe setas espa?ol y recibi¨® un cup¨®n y el cambio. Cuando lo estaba contando, fue detenido. El vendedor le hab¨ªa echado el ojo.