Fracasos y errores
El cuadro que traza Henry Kamen del supuesto imperio de Felipe II no deja demasiados resquicios a la supervivencia de la consideraci¨®n tradicional. Am¨¦rica, una colonia. N¨¢poles y los Pa¨ªses Bajos, sociedades refractarias a lo espa?ol. "Espa?a fue en estos pa¨ªses algo parecido a lo que han sido Estados Unidos en Torrej¨®n de Ardoz", medio bromea Kamen. "El imperio de Felipe II", contin¨²a, "no crece ni se extiende. Es un caso ins¨®lito".?Fue consciente Felipe II de los fracasos que hoy podemos atribuirle?
Henry Kamen vacila, pero admite que el rey conoc¨ªa su incapacidad para cumplir los compromisos del imperio. "Uno de los problemas del llamado imperio espa?ol, y un problema al fin insuperable, era la relaci¨®n entre el tiempo y el espacio", afirma Kamen. "Drake pod¨ªa tomar Santo Domingo, pero la noticia llegaba tres meses m¨¢s tarde. Y reaccionar supon¨ªa tres meses m¨¢s. A pesar de todo, esta situaci¨®n se prolong¨® durante m¨¢s de dos siglos. No hay duda de que se trata, tambi¨¦n, de un hecho hist¨®rico muy extra?o".
En la Espa?a de Felipe II mor¨ªan m¨¢s personas a causa de los oficios de la Inquisici¨®n que en los Pa¨ªses Bajos o en Inglaterra. Adem¨¢s, el rey quiso modificar, sin llegar finalmente a conseguirlo, la inquisitorial limpieza de sangre que discriminaba a musulmanes y jud¨ªos. Entre los catalanes y el rey no hubo nunca m¨¢s que cortes¨ªa y buenas relaciones: Felipe II fue el que mand¨® reconstruir el primitivo santuario de Montserrat -luego otra vez destruido- y se sabe que muri¨® con un escapulario de la Moreneta entre las manos.
?Sus errores? Kamen lo dice con unci¨®n y ¨¦nfasis de bi¨®grafo. "El rey Felipe nunca admiti¨® ning¨²n error. Ante el desastre de la Armada Invencible, se limit¨® a decir algo que lo retrata y que tambi¨¦n retrata al poder: 'Dios est¨¢ abandonando su propia causa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.