El Valencia aplaza hasta ma?ana el cese de Luis

"Tranquilidad y paciencia". ?ste era el mensaje que lanzaba ayer la directiva del Valencia ante la crisis que vive el equipo y el Inminente choque ante el Besiktas turco en Copa de la UEFA. "No hay que dramatizar", dijo el vicepresidente del club, Pedro Cort¨¦s. "Todav¨ªa nos queda la UEFA", a?adi¨®. Ah¨ª est¨¢n centradas todas las esperanzas del Valencia tras el triste deambular del equipo de Luis Aragon¨¦s por la Liga espa?ola. Ahora bien, como el resultado del Valencia-Besiktas de ma?ana martes en Mestalla no sea claramente favorable a los valencianos, la suerte de Aragon¨¦s estar¨¢ echada. Ser¨¢ destituido instant¨¢neamente, dadas las p¨¦simas relaciones entre el t¨¦cnico y la mayor parte del consejo de administraci¨®n. De hecho, Cort¨¦s se reuni¨® ayer con el segundo entrenador, Jos¨¦ Manuel Rielo, para advertirle de sus grandes posibilidades de hacerse cargo del equipo. Tras los fallidos intentos de contratar a Cruyff (que prefiri¨® seguir sin entrenar) y a Valdano (que se neg¨® a venir al Valencia ante el ambiente tan desfavorable que percibi¨®), Roig no encuentra ning¨²n candidato que satisfaga sus pretenciosas exigencias.Pero si a estas horas Aragon¨¦s contin¨²a como t¨¦cnico del Valencia es tambi¨¦n porque Roig no se ha atrevido a destituirlo. Y no lo ha hecho porque teme que, una vez fuera el t¨¦cnico, el equipo contin¨²e sin levantar cabeza, y entonces las iras de los aficionados se proyectar¨ªan un¨¢nimemente contra la cabeza del presidente. Ya se dio el caso el pasado s¨¢bado, cuando la tribuna de Mestalla increp¨® a Roig tras el empate con el colista.

De modo que el presidente espera que Luis caiga por su propio peso, que los resultados sean lo suficientemente malos para que el estadio reclame su cese. De momento no lo ha hecho. Pero el p¨²blico ya est¨¢ claramente dividido. Se termin¨® la unanimidad del pasado mes de octubre, cuando Roig habl¨® con Valdano y el p¨²blico, la prensa local y los jugadores exigieron la continuidad de Aragon¨¦s. El aficionado empieza a preguntarse si realmente Aragon¨¦s est¨¢ exento de culpa en la degradaci¨®n de su equipo, o si, por el contrario, ha contribuido a ello. La gente se pregunta por qu¨¦ el t¨¦cnico dice que la plantilla no tiene calidad y, sin embargo, se opone a los refuerzos de diciembre. Existe, en fin, el convencimiento, en una parte de los aficionados, de que Luis quiere marcharse del Valencia, harto de sus pol¨¦micas con Roig.