Todo listo para el parto de septillizos en el hospital de Huelva

El hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez de Huelva donde est¨¢ ingresada la embarazada de septillizos tiene todo a punto para la intervenci¨®n. El centro recibi¨® ayer siete respiradores artificiales por si resultan necesarios para los beb¨¦s tras el parto de Rosario. Los m¨¦dicos han habilitado una UCI neonatol¨®gica especial, que permanecer¨¢ cerrada hasta el d¨ªa del alumbramiento de la mujer. "Est¨¢ todo controlado, hasta las hip¨®tesis m¨¢s peque?as. Luego puede que todo sea pura rutina m¨¦dica, el trabajo neonatol¨®gico normal, pero hay que prever cualquier detalle, porque llegan unos pacientes de muy alto riesgo", explic¨® un facultativo.

La Consejer¨ªa de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa, en un comunicado, explic¨® ayer que Rosario "permanece ingresada en el hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez para control cl¨ªnico y tratamiento de posibles complicaciones, especialmente inmadurez pulmonar de los fetos y anemia e hipoproteinemia materna".El parto se producir¨¢ "necesariamente por ces¨¢rea". Los facultativos explican en el comunicado que "la excepcionalidad del caso hace que cualquier aproximaci¨®n sobre posibilidades de que el embarazo llegue a feliz t¨¦rmino, peso y tama?o de los, fetos, tiempo previsto del parto y otros interrogantes se muevan en un amplio margen de incertidumbre, ya que la S respuestas no pueden darse en evidencia cient¨ªfica, sino en opiniones".

El padre de los septillizos, Miguel Angel R., de 39 a?os, no considera, sin embargo, que est¨¦ viviendo una aventura excepcional. "Yo creo que cualquier familia, en nuestro caso, har¨ªa como nosotros: intentar tener todos los hijos. No es motivo para decir qu¨¦ ruina, nosotros no lo vemos como tal. Al contrario, yo creo que dar a luz a siete hijos e intentar llevarlos hacia arriba es un acto bueno, que con la ayuda de Dios y de la gente podemos conseguir", dice Miguel ?ngel, un alba?il que ahora trabaja en obras del Ayuntamiento de Bollullos Par del Condado, la localidad donde vive con su mujer y su hija, Miriam, de tres a?os.

Miguel ?ngel no quiere entrar en detalles. Pide comprensi¨®n y solidaridad. "Mi mujer y yo necesitamos tranquilidad. No sabemos lo que va a ocurrir, que sea lo que Dios quiera".