Los productos transg¨¦nicos asaltan Europa

La situaci¨®n en la Uni¨®n Europea respecto a los productos obtenidos por biotecnolog¨ªa no puede ser m¨¢s confusa, sumida en vac¨ªos legales y criterios contradictorios. V¨¦ase el caso del ma¨ªz transg¨¦nico creado por la compa?¨ªa suiza Ciba-Gel9y1 cuya comercializaci¨®n solicit¨® a las autoridades comunitarias. El Consejo de Ministros de Medio Ambiente deneg¨® la solicitud, y el veredicto final qued¨® en manos de la Comisi¨®n Europea, que dej¨® vencer los plazos sin pronunciarse, en tanto s¨ª autorizaba la importaci¨®n de soja transg¨¦nica estadounidense -de la cual Espa?a adquiri¨® un mill¨®n y medio de toneladas-. Los primeros cargamentos de esta soja llegan a Espa?a esta semana.Los ecologistas no se han hecho esperar: en Hamburgo, activistas de Greenpeace disfrazados de conejos bloquearon el desembarco de soja transg¨¦nica al grito de "no queremos ser cobayas humanos".

Similar confusi¨®n se da con las patentes, cuya normativa data de 1973 y excluye a las variedades vegetales, animales o procesos biol¨®gicos. Ante el vac¨ªo legal, la Oficina de Patentes de M¨²nich, encargada de dar protecci¨®n comunitaria a la propiedad intelectual industrial, las concede seg¨²n su arbitrio: en unos casos, s¨ª -la soja transg¨¦nica-; en otros, no (de 300 solicitudes de patentes para animales transg¨¦nicos ha concedido tres). Anterior a la biotecnolog¨ªa, la normativa ha quedado obsoleta. Por eso, la urgencia de un- marco jur¨ªdico actualizado surge evidente tanto para quienes se oponen a la patentabilidad de materia viva como para quienes piden v¨ªa libre a los productos biotecnol¨®gicos. Dilucidar las incertidumbres es la meta de la propuesta de Directiva sobre Protecci¨®n Jur¨ªdica de Invenciones Biotecnol¨®gicas en discusi¨®n en el Parlamento Europeo.

La herencia humana

No la tienen f¨¢cil sus redactores, cuyo cometido es evitar que repita la suerte de la anterior propuesta sobre el mismo asunto, rechazada por el Parlamento Europeo en 1995 por una mayor¨ªa formada por ecologistas, conservadores, ex comunistas y algunos socialistas. A su entender, vulneraba los intereses de los campesinos europeos, la naturaleza, el Tercer Mundo, los animales y la integridad del ser humano. Para desactivar la oposici¨®n se han introducido importantes modificaciones: se consagra la no comercializaci¨®n del cuerpo humano y se excluyen las patentes sobre terapia g¨¦nica en l¨ªnea germinal humana, es decir, la manipulaci¨®n de ¨®vulos, embriones y espermatozoides con fin de alterar la herencia del individuo. Se limita la manipulaci¨®n gen¨¦tica de los animales cuando no apareje "utilidad sustancial para el hombre o el animal" o les inflijan sufrimientos desproporcionados; y se incorpora' el privilegio de los agricultores, autoriz¨¢ndolos a reproducir las semillas o aves transg¨¦nicas comprados sin volver a pagar derechos de patente.Tras estas cortapisas se riza la patentabilidad de "elementos aislados del cuerpo humano o producidos modo por un procedimiento t¨¦cnico" y de "vegetales, animales y sus partes, obtenidos por un procedimiento no esencialmente biol¨®gico"; es decir, un gen, hormona o prote¨ªna humana no son patentables dentro del cuerpo, pero s¨ª cuando se aislan en laboratorio, pues se supone que esto entra?a una innovaci¨®n por la cual el gen aislado adquiere el estatuto de elemento artificial.

?Tiene mayores perspectivas de aprobaci¨®n esta versi¨®n? "En principio, mayores que las de la propuesta anterior", estima Josep Marla Verde i Aldea, eurodiputado por el PSC-PSOE. "La nueva directiva despeja las ambig¨¹edades y no deja lugar a dudas", afirma Jos¨¦ Luis Valverde, eurodiputado del Grupo Popular, un firme defensor de la misma. "Se introducen salvaguardas para evitar un mal uso de los avances cient¨ªficos, a trav¨¦s de la exclusi¨®n de las invenciones contrarlas al orden p¨²blico o las buenas costumbres; y se reserva a los jueces de cada pa¨ªs la ¨²ltima palabra sobre si una patente es explotable".

Los verdes no se muestran convencidos, y bajo el lema "La vida no es patentable", bombardean a los representantes espa?oles con cartas exhort¨¢ndoles a votar en contra. La industria biotecnol¨®gica no se queda atr¨¢s, y realiza una ofensiva de comunicaci¨®n; pero Emilio Mu?oz, presidente del Gabinete de Biotecnolog¨ªa de la Fundaci¨®n CEFI, no ve que el debate cale en la opini¨®n p¨²blica, aunque reconoce impacto a las campa?as: "Los eurodiputados rechazaron la anterior propuesta movidos por elementos emocionales"., En su opini¨®n, el rechazo tiene otro trasfondo: "Se ataca a las multinacionales, pero el enemigo de estos grupos es la tecnolog¨ªa". Los verdes rechazan el cargo: "No nos oponemos a la biotecnolog¨ªa; la cuesti¨®n es c¨®mo se use", replica Eva Su¨¢rez-Llanos de Adena WWF.