La ONU asegura que 300 hutus que volvieron a Burundi fueron asesinados en una iglesia

El drama ¨¦tnico en la regi¨®n de los Grandes Lagos est¨¢ a¨²n muy lejos de llegar a su fin. Nuevos episodios sobre el destino de los mi les y miles de refugiados que vagan sin rumbo fijo hicieron ayer reclamar la atenci¨®n de la solidaridad mundial por parte de varias agencias de la ONU y del papa Juan Pablo H. El ¨²ltimo cap¨ªtulo fue la matanza de casi 300 hutus, reci¨¦n regresados de Zaire, en unaiglesia de Burundi el pasado octubre. La situaci¨®n es ca¨®tica. Muchos de los refugiados se est¨¢n desplazando no s¨®lo hacia Ruanda, sino tambi¨¦n hacia Tanzania, Burundi, Uganda e incluso Zambia.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) confirm¨® ayer una noticia difundida el d¨ªa anterior por Amnist¨ªa Internacional sobre una matanza tribal en Burundi. Seg¨²n la versi¨®n, 300 hutus burundeses fueron asesinados en el interior de una iglesia de Murambi, en la provincia de Cibitoke, en la noche del 22 al 23 de octubre pasado, en la zona donde combaten los rebeldes hutus y el Ej¨¦rcito de Burundi, dominado casi exclusivamente por tutsis, la etnia rival.Las v¨ªctimas formaban parte de un grupo de 3.000 desplazados que hu¨ªan de la revuelta tutsi en el este de Zaire. Un total de 258 murieron en el acto como consecuencia de los disparos y bombas de mano lanzadas por los agresores. Otros 40 murieron m¨¢s tarde a causa de las heridas. El primer ministro burund¨¦s, Pascal Firmin Ndirnira, en visita oficial a Suecia, neg¨® que su Gobierno tuviera alguna responsabilidad en la acci¨®n.

Ante la lentitud de los planes occidentales para enviar a la zona una fuerza multinacional, el Papa renov¨® su llamamiento a la comunidad internacional para redoblar sus esfuerzos por una "real solidaridad" que urgen y necesitan las poblaciones afectadas de la regi¨®n. Se trata, dijo, de una ayuda que sigue siendo "urgente y necesaria".

Los cientos de miles de refugiados ruandeses y burundeses que deambulan en la provincia oriental zaire?a de Kivu Sur siguen corriendo grave peligro de morir de hambre o enfermedad, se?alan fuentes humanitarias. Seg¨²n el ACNUR, en esa provincia se encuentran unas 800.000 personas, entre ruandeses, burundeses y desplazados zaire?os, que no tienen nada que comer desde que hace un mes huyeron de sus campamentos de Uvira y Bukavu y de sus tierras, a causa de la rebeli¨®n de los banyamulenges (tutsis zaire?os de origen ruand¨¦s).

La situaci¨®n se ha agravado en los dos ¨²ltimos d¨ªas a causa de los nuevos combates que libran en la zona los banyamulenges y los soldados del antiguo Ej¨¦rcito ruand¨¦s y milicianos interhamwe, pertenecientes en su gran mayor¨ªa a la etnia hutu.

Aproximadamente medio mill¨®n de refugiados ruandeses que viv¨ªan en Kivu Norte, que eran rehenes de los soldados y milicianos interhamwe en los campamentos donde habitaban, regresaron a Ruanda el pasado fin de semana.

Unos 200.000 refugiados hutus ruandeses se hallaban ayer en las monta?as, a unos 130 kil¨®metros al norte de la ciudad zaire?a de Bukavu, seg¨²n diversos testimonios. La carretera que conduce a Goma, m¨¢s al norte, est¨¢ bloqueado por una columna de medio centenar de veh¨ªculos abandonados el pasado mi¨¦rcoles por los refugiados ruandeses a ra¨ªz de los combates con los banyamulenges. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afirm¨® que est¨¢ preparado en la ciudad ruandesa de Cyangugu, fronteriza con Zaire, para la acogida de otros 100.000 nuevos refugiados.

Entretanto, la FAO (Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n) ha decidido enviar a Ruanda una avanzadilla de expertos, encabezada por su director general, el senegal¨¦s Jacques Diotif, para coordinar la ayuda alimentar¨ªa a los m¨¢s de un mill¨®n de refugiados y desplazados que viven en situaci¨®n desesperada en Ruanda, Burundi y Zaire. La organizaci¨®n, con sede en Roma, ha evaluado su ayuda en unos cinco millones de d¨®lares (unos 640 millones de pesetas).