El Vaticano y Unicef

El 6 de noviembre de 1996 le¨ª la noticia sobre la decisi¨®n del Vaticano de cortar las ayudas a Unicef por considerar que dicha organizaci¨®n apoya la anticoncepci¨®n. La noticia me produjo un inmenso pesar y una gran alarma, ya que refleja la enorme distancia que existe en estos momentos entre los jefes de la Iglesia cat¨®lica, por un lado, y sus fieles y las organizaciones que ayudan a la infancia en el mundo, por otro.Soy cat¨®lica practicante, estoy casada y de momento no tengo hijos, pero pronto esperamos tenerlos porque diversas circunstancias as¨ª nos lo permiten. Mi marido y yo nos consideramos unos verdaderos privilegiados al poder decidir en qu¨¦ momento poder hacerlo. Juntos hemos viajado por diferentes pa¨ªses de Africa, Centroam¨¦rica y Asia, y hemos podido apreciar de manera muy directa los problemas de pobreza y desamparo que aquejan a muchos ni?os en el mundo en zonas en que no hay recursos para alimentar a una poblaci¨®n que aumenta sin freno. En mi opini¨®n, es indudable que ciertas campa?as de mentalizaci¨®n e informaci¨®n sobre anticoncepci¨®n son imprescindibles para aliviar, aunque no solucionar, los muchos problemas que soporta la poblaci¨®n. Es una irresponsabilidad negar a estas personas el derecho a decidir.

?Qu¨¦ hacemos los miles de parejas cat¨®licas que, como nosotros, usamos m¨¦todos anticonceptivos ante este tipo de noticias? Nos sumimos en un tremendo silencio y pensamos que nuestro Papa est¨¢ muy lejos de nuestra realidad, de nuestra vida y en un desfase total con respecto al mundo de hoy d¨ªa. Creo que es hora ya de acabar con una actitud tan pasiva, hip¨®crita, pasota y tomar una postura m¨¢s activa. Deber¨ªamos organizar una gran marcha al Vaticano, juntarnos cientos de miles de cat¨®licos en la plaza de San Pedro y en uno de los actos p¨²blicos de nuestro Pont¨ªfice sacar nuestras pancartas en las que se ponga: "Soy cat¨®lico/a y tomo anticonceptivos", quiz¨¢s esto har¨ªa reflexionar al Papa. No es un acto de rebeld¨ªa, es un acto de sinceridad y un favor que le hacemos.

Por otro lado, la labor de Unicef a favor de la infancia ha sido inmejorable, la ha defendido en foros internacionales con propuestas certeras, para mejorar la vida de muchos ni?os. Me apena el da?o que esta decisi¨®n pueda causar a la organizaci¨®n. Yo, por mi parte, seguir¨¦ participando en las campanas navide?as que lleva a cabo Unicef y animo a todos a obrar de la misma manera.-