Salinas se aprovecha del Extremadura
Benito Floro salv¨® un compromiso importante y despej¨® las dudas sobre un amago de crisis. El tambaleante recorrido del Sporting necesitaba un punto de apoyo y Almendralejo apareci¨® ayer como ¨¢rea de servicio apropiada para repostar. Porque el Extremadura refrend¨® su ingenuidad ofensiva, perdon¨® hasta la saciedad y termin¨® pagando cara su insuficiencia ante el gol.Floro present¨® un encuentro con un referente tan l¨®gico como cruel para el espect¨¢culo. Guiado por esa m¨¢xima de que el bar¨®metro del f¨²tbol son los resultados, convalid¨® la supuesta est¨¦tica de su equipo por un sentido m¨¢s pr¨¢ctico. Enfrente, el Extremadura quiso ser fiel a s¨ª mismo y agasaj¨® a la grada con un f¨²tbol vistoso, desinhibido. Y rompi¨® al Sporting con una facilidad exultante. Con Pedro Jos¨¦ de generoso guardaespaldas, Dur¨¦ perturb¨® una y otra vez a la banda de la defensa asturiana. Ferreira y Quique Estebaranz, con una lectura vertical del juego, contribuyeron a desquiciar a¨²n m¨¢s al equipo de Floro. El Sporting fue un clamor de nervios, conjeturas y lentitud. Su primer disparo bajo los palos se produjo en el minuto 38. Para entonces, los locales, empapados de esa ingenuidad que les caracteriza, hab¨ªan desaprovechado hasta cuatro clar¨ªsimas ocasiones de gol.
Con el descanso, el Sporting recuper¨® las ideas. Retom¨® el f¨²tbol de pespunte, la defensa respet¨® el bal¨®n, las bandas se abrieron con l¨®gica y su juego adquiri¨® consistencia. Oliete hab¨ªa frenado a Dur¨¦ y el Extremadura se qued¨® sin ox¨ªgeno y sin ideas.
El partido se desequilibr¨® en dos minutos. Salinas, que hab¨ªa asistido al espect¨¢culo desde la atalaya, se decidi¨® a bajar al campo de batalla. All¨ª exhibi¨® sus recursos m¨¢s caracter¨ªsticos y letales; primero, dentro del ¨¢rea, clavando el cuerpo, contorsionando la figura de espaldas al portero, cobijando el bal¨®n con los pies y resolviendo en un r¨¢pido giro; despu¨¦s, descolg¨¢ndose hacia el centro del campo, recuperando un bal¨®n perdido por los locales, enfilando puerta y ajustando por bajo. Ah¨ª se acab¨® el partido. El Extremadura se qued¨® perplejo y desorientado. El generoso esfuerzo realizado hasta entonces no sirvi¨® para nada. De la esperanza se pas¨® a la zozobra. La historia se repiti¨® una vez m¨¢s.
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