El asesino hab¨ªa abandonado a su mujer y a su hijo en Francia

"Parece mentira que agradezca as¨ª a mi madre que le diera cobijo cuando dej¨® a mi hermana en Francia y se vino aqu¨ª", se lamentaba ayer el cu?ado de Juan Medina, hijo y hermano de dos de las v¨ªctimas de la locura del s¨¦xtuple homicida. Y es que El Franc¨¦s, a quienes algunos vecinos describ¨ªan ayer como un tipo extravertido aunque algo autoritario, ten¨ªa un extra?o sentido de la familia.Tras abandonar a su esposa y a su hijo en Francia, donde residi¨® durante muchos a?os, este gaditano natural de la L¨ªnea de la Concepci¨®n se volvi¨® a Espa?a y se qued¨® a vivir durante m¨¢s de 10 a?os con su suegra, con la que, al menos en un principio, mantuvo una relaci¨®n no conflictiva.

Sin oficio conocido, algunos vecinos se preguntaban ayer de d¨®nde sacaba el dinero para mantener su piso de Burgos, cercano al de sus tres primeras v¨ªctimas, y su casa de San Mill¨¢n, que se hab¨ªa arreglado ¨¦l mismo y donde cultivaba un peque?o huerto con productos que ¨¦l mismo consum¨ªa.

Algunos habitantes de San Mill¨¢n iban m¨¢s all¨¢ y aseguraban que Medina era un vago que ten¨ªa sometidos a sus familiares pol¨ªticos, de los que aprovechaba casa, comida y hasta la le?a para calentarse. Los vecinos de San Mill¨¢n se dedican fundamentalmente al cultivo de los bosques de pinos y a la venta de la madera.

Familiares entre s¨ª

En la peque?a localidad de 20 habitantes casi todos son familiares entre s¨ª, por lo que el crimen hab¨ªa ca¨ªdo como un mazazo. Todos los vecinos esperaron en la calle, llena de agentes de las fuerzas de seguridad, el levantamiento de los cad¨¢veres.Todos aseguran que conoc¨ªan sobradamente el apego de Juan Medina hacia Mar¨ªa del Carmen Delgado, y que sab¨ªan que ya hab¨ªan tenido problemas policiales por ello. Algunas fuentes se?alan que la joven llam¨® por la ma?ana al pueblo para avisar a otros de sus hermanos de que algo extra?o pod¨ªa ocurrir a lo largo de la jornada.

"Yo ya me barruntaba que algo raro pasaba cuando llam¨® esta ma?ana Mari Carmen y dijo que avisara a sus hermanos de forma urgente, pero no cre¨ªa que fuera algo tan grave", comenta uno de los vecinos en la taberna.

Todo parece indicar que hubo una especie de preludio antes de la tragedia, pero lo cierto es que la primera referencia cierta fue la llamada de una vecina del n¨²mero 177 de la calle Vitoria al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Desde un primer momento, la polic¨ªa sospech¨® de Juan Medina como presunto homicida y baraj¨® dos posibilidades, la de que se hubiera dado a la fuga y la de que se hubiera refugiado en San Mill¨¢n.

Los tres j¨®venes asesinados en Burgos llevaban una vida normal. "Yo apenas los conoc¨ªa, porque deb¨ªan llevar un a?o o dos viviendo aqu¨ª y hac¨ªan su vida, como cualquier otro", explicaba su vecina de abajo.