El Barcelona ha probado a unos 20 extranjeros

Los efectos de la ley Bosman ya se han extendido del Camp Nou al Miniestadi. El feudo de los equipos inferiores del Bar?a ha dejado de ser el escaparate del f¨²tbol base para convertirse en el punto de encuentro de jugadores de todos los pa¨ªses. Cerca de 20 futbolistas no espa?oles han desfilado por el filial desde que comenz¨® el curso en busca de una ficha expedida por el club. El Bar?a B es hoy un equipo a¨²n sin identidad. No resulta f¨¢cil dibujar el rostro de un colectivo integrado por extranjeros, jugadores que ya han actuado en el primer equipo y ahora se recuperan de sus lesiones, y los valores de la cantera.

El Bar?a ha dado un vuelco. El primer equipo ha pasado de contar con hasta 11 futbolistas formados en los equipos inferiores, como sucedi¨® en aquel m¨ªtico partido que gan¨® el 7 de octubre de 1995 en el estadio Benito Villamar¨ªn (1-5), a presentar una alineaci¨®n con cuatro canteranos como ocurri¨® en el ¨²ltimo partido, jugado el pasado s¨¢bado en San Mam¨¦s (2-1). Los extranjeros no s¨®lo han tomado el mando en la plantilla profesional, que cuenta con siete, sino que tambi¨¦n planean a diario en el filial de Segunda A.Pese a que ¨²nicamente cuatro han encontrado acomodo -son el camerun¨¦s Patrick, el brasile?o D?Marcellus, el serbio Pecelj y el croata Vucevic-, cerca de 20 han sido sometidos a una prueba desde la aplicaci¨®n de la sentencia Bosman, de acuerdo con las primeras estimaciones. Jugadores de Brasil, Argentina y Yugoslavia, as¨ª como de Ghana, Nigeria, Sur¨¢frica y Marruecos, han estado entren¨¢ndose en el Miniestadi.

El tr¨¢nsito es tan denso que provoca interrogantes sobre las f¨®rmulas de selecci¨®n. Los extranjeros que acuden al Bar?a para someterse a una prueba provienen sobre todo de tres frentes: son ofrecidos por los intermediarios, han sido seleccionados por los propios t¨¦cnicos u ojeadores de la entidad azulgrana -el club ha creado un equipo de entrenadores que cada jornada acude a distintas ligas que se juegan en Europa y a los campeonatos internacionales- o forman parte de los acuerdos de colaboraci¨®n que el Bar?a negocia con distintos equipos.

El Barcelona, consciente de que los comunitarios no ocupan plaza de extranjeros y puede disponer de seis extranjeros no comunitarios aunque s¨®lo se alineen cuatro, quiere controlar el mercado internacional y, a tal efecto, est¨¢ en conversaciones con distintos clubes. Los equipos con los que ha contactado son el Sparta de Rotterdam (Holanda), el Estrella Roja (Yugoslavia), el Gremio (Brasil), el Rosario Central (Argentina) y el Gotemburgo (Suecia). As¨ª es como ha conseguido la cesi¨®n hasta el final de temporada de Pecelj, defensa del Estrella Roja, y el fichaje de Ciric, media punta del Partiz¨¢n de Belgrado.

La afluencia de extranjeros ha provocado, en cambio, el recelo de los futbolistas que se han criado en el Bar?a desde los infantiles. El capit¨¢n del Bar?a B, Xavi Roca, por ejemplo, ya ha dejado dicho que se plantea ir cedido porque sus posibilidades de llegar al primer equipo son en estos momentos muy escasas.

La cantera ya no puede expresarse en el primer equipo. Hay casos, como el de Iv¨¢n de la Pe?a, ?scar, Roger y Celades -todos ellos han pasado a, ser suplentes o a no ir convocados-, que han provocado el p¨¢nico en el Miniestadi. La preocupaci¨®n ha llegado al extremo de que la mayor¨ªa de jugadores del filial han rechazado las ofertas de renovaci¨®n del club.

Los contratos que se aplican en el Bar?a B no han sufrido ninguna modificaci¨®n pese al cambio de paisaje. La mayor¨ªa cobra una ficha de 1,5 millones de pesetas y tiene un sueldo que no alcanza las 150.000.

El club azulgrana est¨¢ dispuesto a mantener la pol¨ªtica formativa incluso en casos tan delicados como el que le ocupa. El Real Madrid ha ofrecido un contrato por cuatro temporadas a Gerard L¨®pez, el medio centro del filial, por una cifra que se estima cercana a los 20 millones anuales. El jugador, de 17 a?os y que por tanto puede abandonar el Bar?a con un simple cambio de residencia, proclama su deseo de continuar en el club azulgrana, pero el Bar?a no quiere crear un precedente mejor¨¢ndole la ficha.

Los t¨¦cnicos azulgrana creen que se necesitan al menos dos a?os para que el f¨²tbol formativo se estabilice y aspectos que ahora parecen extra?os se normalicen. El problema es que el Bar?a a¨²n no ha definido qu¨¦ tipo de futbolista quiere. Tras la partida de Johan Cruyff, el club no ha encontrado a¨²n un estilo de juego que aplicar a todas las categor¨ªas.