Consejo en Canarias

LA CELEBRACI?N en Canarias del Consejo de Ministros de hoy responde a una promesa de Aznar en la campa?a electoral: volver¨ªa a las islas para celebrar dos Consejos, uno en Las Palmas y otro en Santa Cruz. Se trata del primer Consejo decisorio que se celebra fuera de La Moncloa en esta etapa democr¨¢tica. Con car¨¢cter deliberante los hubo en el monasterio de La R¨¢bida (1992, con motivo del V Centenario), Mallorca (1983) y en La Coru?a y Barcelona (1976).De entrada, el presidente canario, Manuel Hermoso, calific¨® la iniciativa de grave error pol¨ªtico por producirse antes de que Aznar haya cumplido los compromisos contra¨ªdos con el Ejecutivo canario. Luego matiz¨® esa opini¨®n afirmando que el Consejo estar¨¢ bien si sirve para resolver los asuntos pendientes con las islas, como la firma del convenio para la financiaci¨®n del Plan Integral de Empleo, uno de los puntos del acuerdo entre el PP y Coalici¨®n Canaria para la investidura de Aznar.

Ese plan prev¨¦ una inversi¨®n de 100.000 millones de pesetas en cinco a?os en actuaciones de formaci¨®n y empleo. Tambi¨¦n est¨¢ anunciado que el Gobierno ratificar¨¢ el traspaso de ocho nuevas competencias para las islas. El secretario de Estado de Comunicaci¨®n, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, ha declarado que con este traspaso Canarias, entre otras cosas, se equiparar¨¢ a Catalu?a y al Pa¨ªs Vasco en materia de justicia y ser¨¢ la primera comunidad que tenga posibilidad de legislar asuntos relacionados con productos farmac¨¦uticos. Tambi¨¦n es posible que se apruebe un convenio para adelantar importantes obras de infraestructura.

Es una paradoja que en un Estado auton¨®mico como el espa?ol sean tan escasas las salidas del Consejo de Ministros fuera de la capital mientras que en las dos ocasiones en que Espa?a ha ostentado la presidencia de la UE ha celebrado muchas de las reuniones ministeriales de los socios europeos en diferentes comunidades aut¨®nomas. Iniciativas como la de hoy deber¨ªan ser normales y, desde luego, no condicionadas a que su orden del d¨ªa se ocupe preferentemente de asuntos relacionados con el territorio en que se celebra la reuni¨®n: lo contrario resulta ligeramente cicatero.