Las empresas sustentan sus beneficios netos en el recorte de los gastos financieros
El resultado econ¨®mico bruto de explotaci¨®n de las empresas se ha estancado (aumento del 0,3%) en los nueve primeros meses del a?o, debido al crecimiento de los gastos de personal (3,3%). A pesar de este estancamiento, la tasa de variaci¨®n de los resultados netos aument¨® un 6,2%. La raz¨®n es que las compa?¨ªas, han seguido aumentando sus m¨¢rgenes gracias al descenso pronunciado de los gastos financieros (-12,1% en los tres primeros trimestres), lo que muestra la tendencia de mejora de los dos a?os anteriores, seg¨²n la Central de Balances del Banco de Espa?a. Las cifras del tercer trimestre confirman que el ajuste de plantillas ha tocado fondo. Seg¨²n el banco, a partir de ahora, el crecimiento debe sustentarse en la creaci¨®n de valor a?adido y de excedente, en lugar de en el recorte de costes financieros y de personal.
El Banco de Espa?a present¨® ayer los datos de la Central de Balances correspondientes al ejercicio de 1995 y hasta septiembre de 1996. Las empresas que facilitaron datos el a?o pasado asciende a 5.500 (casi el 30% del valor a?adido bruto), mientras que las referidas a la central trimestral son 662 empresas (el 18,9%). La Central de Balances recoge datos suministrados voluntariamente por las empresas y no tiene valor estad¨ªstico, pero permite avanzar la evoluci¨®n econ¨®mica del sector empresarial. Los datos, conocidas estas salvedades, muestran el elevado ritmo de crecimiento experimentado en 1994 y 1995, "debido a la favorable evoluci¨®n de la producci¨®n destinada a inversi¨®n y exportaciones".Una continuada recuperaci¨®n de la actividad que ha coincidido con la expansi¨®n de los gastos de personal por trabajador, seg¨²n subraya el director general del banco emisor, Jos¨¦ Luis Malo de Molina, que present¨® el informe ayer. Esto explica la desaceleraci¨®n del resultado econ¨®mico bruto de explotaci¨®n. No obstante, esa tasa de crecimiento se mantuvo por encima del valor a?adido bruto (VAB), hecho que explica que los m¨¢rgenes empresariales continuaran su progresi¨®n frente al valor a?adido (v¨¦ase cuadro).
En lo que va de a?o, se constata que la "positiva evoluci¨®n" de 1995 no fue homog¨¦nea, ya que en el segundo semestre se produjo una desaceleraci¨®n del crecimiento. Los datos del tercer trimestre de 1996 muestran una tasa de crecimiento del VAB del 2,4% frente al 1,4% de los dos trimestres anteriores, dando una media del 1,7%.
Gastos de personal
Esta "reducida" recuperaci¨®n, seg¨²n el Banco de Espa?a, se ha visto amortiguada por el mayor aumento de los gastos de personal, que crecieron el 3,3% en ese periodo "invirti¨¦ndose la pauta vigente en la etapa de saneamiento" (mayor crecimiento del VAB y menor de los gastos de personal). De esa forma, el resultado bruto de explotaci¨®n (VAB menos gastos de personal) s¨®lo creci¨® el 0,3% en los tres trimestres frente al mismo periodo de 1995.
Este liviano aumento de los resultados de explotaci¨®n contrasta con el que reflejan los resultados netos, que representan el 16% sobre el VAB frente al 12,4% de final del a?o pasado. La tasa de variaci¨®n respecto al mismo periodo del a?o anterior, seg¨²n explic¨® Malo de Molina, fue del 6,2%. El a?o 1995 sobre 1994 esa tasa de variaci¨®n fue del 39%.
?Cu¨¢l es la raz¨®n? La causa fundamental no es otra que la reducci¨®n de los gastos financieros (el 12,1%) y del leve crecimiento de las amortizaciones y provisiones (el 1,2%). De la tasa de reducci¨®n de los gastos financieros, 5,9 puntos corresponden a la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s y 6,2 a descenso del endeudamiento (en este punto influye la titulizaci¨®n de la deuda nuclear de las el¨¦ctricas, que han sacado de su balance m¨¢s de 700.000 millones de pesetas deuda).
En conclusi¨®n, las empresas siguen aumentando sus beneficios; pero no son fruto de la explotaci¨®n, sino de la contenci¨®n de los gastos financieros, de las amortizaciones y, ya en menor medida, de los recortes de plantillas. Jos¨¦ Luis Malo de Molina advierte, ante eso, que "no se puede mantener [la mejora] en el descenso de las plantillas y en los costes financieros". "Es imprescindible", se?ala el director general, "un mayor dinamismo en la actividad empresarial y un comportamiento m¨¢s moderado de los gastos de personal, en consonancia con la desaceleraci¨®n de la inflaci¨®n y el aumento de la inversi¨®n y el empleo".
Precisamente, los datos de la Central de Balances muestran que la tendencia del empleo es creciente y que ha finalizado el ajuste de plantillas. En 1995 creci¨® el 0,5% (un 4,5% el empleo no fijo y cay¨® 0,1% el fijo), teniendo especial incidencia en las peque?as empresas (3,1%) y medianas (2%), mientras que en las grandes cay¨® un 0,2%. Hasta el tercer trimestre, la tasa es negativa (0,3%), pero Malo de Molina piensa que ser¨¢ positiva cuando se disponga del conjunto de datos.
Para Malo de Molina "en 1996 se confirma que se ha entrado en fase de creaci¨®n de empleo en consonancia con la EPA". Pero se queja de que las remuneraciones medias ascienden al 4,7% (excluido el comercio), lo que contrasta con un crecimiento del ¨ªndice de Precios al Consumo (IPC) del 3,66% en el mismo periodo. Eso explica en parte la desaceleraci¨®n del resultado bruto de explotaci¨®n. Seg¨²n el director general del Banco de Espa?a, es importante que esta partida de gastos de personal "siga una evoluci¨®n congruente con el IPC para mantener el crecimiento de la inversi¨®n y del empleo".
El esfuerzo de contenci¨®n fue mayor en el sector privado (un 2% de crecimiento de los gastos de personal por trabajador) que en las p¨²blicas (5,2%), que continuaron destruyendo empleo.
Las ramas de actividad con mayor evoluci¨®n fueron las industrias manufactureras y el comercio, lo que constituye -en este caso- una "cierta reactivaci¨®n" del consumo, seg¨²n el Banco de Espa?a.
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