Constituida la misi¨®n internacional para Zaire con dudas sobre el lanzamiento de ayuda en paraca¨ªdas

"La fuerza multinacional ya est¨¢ formalmente constituida", dijo anoche Paul Heinbecker, viceministro de Exteriores de Canad¨¢, al t¨¦rmino de su reuni¨®n en Ottawa con los embajadores de 14 pa¨ªses. Todos aprobaron la definitiva puesta en marcha de la tantas veces aplazada operaci¨®n de ayuda a los refugiados ruandeses que a¨²n siguen en el este de Zaire. La fuerza multinacional, que tendr¨¢ entre 1.000 y 2.000 miembros en vez de los 10.000 inicialmente previstos, va a establecer su cuartel general en el aeropuerto de Entebbe (Uganda), continuar¨¢ los vuelos de reconocimiento en Zaire oriental para determinar el n¨²mero y la localizaci¨®n de los refugiados y prepara un posible env¨ªo de agua, medicina y alimentos en paraca¨ªdas.

Tres semanas despu¨¦s de que la opini¨®n p¨²blica occidental se emocionara por la tragedia de un mill¨®n o m¨¢s de refugiados ruandenses, y cuando unos 600.000 ya han regresado a su pa¨ªs por sus propios medios, ni tan siquiera es seguro que vaya a llevarse a cabo la ¨²ltima y minimalista propuesta del env¨ªo de ayuda mediante paraca¨ªdas. Eso depender¨¢ de c¨®mo evolucione la situaci¨®n sobre el terreno. Lo seguro es que en la fuerza multinacional participan unos 300 militares canadienses y unos 400 norteamericanos, y que aportan apoyo humano, material o log¨ªstico Francia, Reino Unido, Espa?a, B¨¦lgica, Suecia, Camer¨²n, Irlanda, Italia, Jap¨®n, Senegal, Sur¨¢frica y Uganda. La contribuci¨®n espa?ola se concretar¨¢ en el env¨ªo de tres aviones CN-235 de transporte medio con una dotaci¨®n de unas 30 personas entre tripulaci¨®n y mec¨¢nicos, adem¨¢s de entre cuatro y seis oficiales."No digo que esta soluci¨®n sea una panacea, que sea una repuesta completa", reconoci¨® Lloyd Axworthy, el ministro canadienses de Exteriores. Axworthy afirm¨® que, tras tantas vacilaciones, la comunidad internacional tan s¨®lo ha decidido dotarse de "la capacidad de enviar socorro en paraca¨ªdas". Se trata, a?adi¨®, de "estar listos" para emplear ese m¨¦todo de socorro si ello "es necesario". Desde Jap¨®n, donde se encontraba de visita, el primer ministro canadiense Jean Chretien inform¨® de que el teniente general Maurice Baril, comandante de la fuerza multinacional, ha conseguido el acuerdo al env¨ªo de ayuda en paraca¨ªdas de los rebeldes zaire?os, que controlan buena parte de las regiones fronterizas con Ruanda.

Pero no precis¨® si ese acuerdo se extiende tambi¨¦n al despliegue de tropas en tierra, soluci¨®n ¨¦sta que prefieren la mayor¨ªa de las organizaciones humanitarias pero que los rebeldes zaire?os y el Gobierno de Ruanda piensan que puede beneficiar al corrupto dictador zaire?o Mobutu Sese Seko.

A falta de otra soluci¨®n, las organizaciones humanitarias aceptaban ayer la idea del env¨ªo de ayuda en paraca¨ªdas, pero sin ocultar su escepticismo respecto a un sistema que consideran el menos eficaz y que ha dado malos resultados all¨ª donde, como en Bosnia y el Kurdist¨¢n, ha sido empleado. El teniente general Maurice Baril tambi¨¦n era muy cr¨ªtico respecto a este m¨¦todo, que considera "peligroso" y "muy dif¨ªcil". "No hay nada", dijo Baril, "como los viejos convoyes terrestres".

La avanzadilla militar canadiense en ?frica Central prefiere el despliegue de un peque?o contingente de tropas en tierra que abra camino a las organizaciones humanitarias, y considera que el sistema de los paraca¨ªdas es tan s¨®lo "un ¨²ltimo recurso". Pero Estados Unidos no est¨¢ dispuesto a que ni uno s¨®lo de sus soldados ponga los pies en el Zaire oriental.

La ONU estimaba ayer que entre 200.000 y 600.000 refugiados ruandeses siguen dispersos por el Este de Zaire.