Zerual se blinda

EL PRESIDENTE argelino, Liam¨ªn Zerual, ha blindado su r¨¦gimen con el refer¨¦ndum sobre la reforma constitucional. Concentra as¨ª el poder en el Ejecutivo y excluye de la pol¨ªtica legal a los partidos islamistas y regionales. ?Favorece este paso el proceso de democratizaci¨®n? Es harto dudoso. ?Favorece la reconciliaci¨®n nacional y el fin de la guerra civil? No lo parece. Y aunque los resultados de la consulta se asemejen a los que sellaron el triunfo de Zerual en las urnas hace un a?o, en este plazo el presidente ha echado por tierra gran parte del capital de esperanza de apertura y di¨¢logo que sus conciudadanos -y la comunidad internacional- hab¨ªan depositado en ¨¦l. Argelia es un pa¨ªs desencantado. Porque si la apertura iniciada por Zerual no ha dado los frutos esperados, hoy por hoy no hay alternativa a Zerual.El calendario del proceso de reforma pol¨ªtica decidido por Zerual resulta sospechosamente autoritario. Arropado en la legitimidad que sac¨® de las urnas, Zerual ha planteado una reforma de la Constituci¨®n que corta las alas al Parlamento que salga de las elecciones del pr¨®ximo a?o. Lo democr¨¢tico hubiese sido lo contrario: unas elecciones de las que hubieran salido unas C¨¢maras con capacidad de reformar la Constituci¨®n. Pero en la reforma aprobada por el refer¨¦ndum de ayer todos los poderes son para el presidente, que puede legislar por decreto si el Parlamento no est¨¢ en sesiones o aprobar el presupuesto anual si las C¨¢maras no lo hacen en 75 d¨ªas. La reforma establece l¨ªmites escandalosos para la elegibilidad de un candidato a presidente: si ha nacido antes de 1942, tendr¨¢ que justificar su participaci¨®n en la revoluci¨®n; si es m¨¢s joven, demostrar que sus padres no realizaron actividades contrarrevolucionarias, y, en todo caso, que su esposa sea argelina.

La nueva Constituci¨®n proh¨ªbe los partidos regionales o de base ling¨¹¨ªstica -lo que va contra los bereberes- y, tras declarar el islamismo religi¨®n de Estado, los de "base religiosa". Es decir, imposibilita la existencia del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) y de otros grupos isl¨¢micos. Y ¨¦ste es quiz¨¢ el mayor error de la reforma, pues toda elecci¨®n sin el FIS quedar¨¢ deslegitimada e impedir¨¢ un di¨¢logo que favorezca la reconciliaci¨®n y permita aislar a los islamistas m¨¢s violentos, principalmente del GIA. Por el contrario, esta reforma, que imposibilita el di¨¢logo, radicalizar¨¢ a los m¨¢s violentos.

El rechazo de la convocatoria por una gran parte de la oposici¨®n no ha impedido la victoria del s¨ª, aunque su propia magnitud la vuelve sospechosa. Zerual contar¨¢, pese a las denuncias de fraude, con el respaldo de Francia y, en su estela, del conjunto de Europa. Y, sobre todo, sabe que no tiene alternativa.